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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.

sábado, 11 de enero de 2014

No te compliques la vida

"Sencillos como palomas" Mateo 10:16

 
No te compliques la vida
Paloma sobre el laberinto de la acera / Kaja Kozłowska (Flickr CC-BY 2.0)
 
Dios se manifiesta en os actos sencillos, cuando hacemos lo que sabemos y lo hacemos bien. Así de simple.
Cuando la mayoría de las competiciones deportivas comenzaron, la meta era simplemente jugar y divertirse. Si podías ganar mejor, pero si no, al menos habías pasado un buen rato. Cuando la mayoría de los deportes se fueron convirtiendo en espectáculo, todo se profesionalizó, y de esta manera la victoria se hizo casi imprescindible. Y no sólo las victorias de los equipos, sino también las individuales. Desde hace unos años en muchos deportes, incluso se elige al mejor jugador de cada partido (MVP) para premiarlo.

Lo que algunos parecen no darse cuenta es que es imposible que seas siempre el MVP, el mejor jugador de cada partido. Ni Michael Jordan lo fue ni siquiera en la mitad de los partidos que jugó al basket. Si, es imposible ser el mejor siempre.

A todos nos gustan las actuaciones "fuera de lo normal”. Admiramos a las personas que impresionan, los actos que dejan a todos con la boca abierta, las actividades efectuadas con grandiosidad. Nos gusta ser "estrellas" y no nos damos cuenta de que esta manera de actuar nos aleja de lo que es una vida que merece la pena.

¡De verdad! Nuestra vida no es más que una sucesión de actos sencillos y continuos; las actuaciones trascendentales pueden aparecer alguna vez, pero no son el fundamento de nuestra manera de actuar. De la misma manera que en el deporte, la victoria no se obtiene con actuaciones únicas, sino con el sencillo transcurrir y trabajar de cada día. Los campeonatos se ganan partido a partido.

Dios se manifiesta en los actos sencillos, cuando hacemos lo que sabemos y lo hacemos bien. Así de simple.

Corazón de luz
¿Cuál es el secreto de una vida sencilla? Sin ninguna duda, la transparencia. Ser transparente es no sentir la necesidad de aparentar ni llevar disfraces; de no pretender que la gente nos vea de una manera que nosotros no somos. Ser transparente significa ser sincero y no tener dobles intenciones, ni pretender verlas en los demás; significa hacer las cosas de una manera tranquila, simple, sin ostentaciones ni "movimientos políticos" que puedan herir a los demás.

Ser transparente es tener un corazón limpio delante de Dios y de los demás. Si quieres un ejemplo, piensa en el rey David, que siempre intentó presentar delante de Dios todos sus pensamientos y sentimientos: ya fuese alegría o tristeza, confianza o desesperanza, bendición o sentimiento de culpa... No había nada en su corazón que David quisiera esconder del Señor.

Dios no nos pide que hagamos algo fuera de lo normal, porque lo extraordinario es su trabajo. Dios no espera que tú vayas por la vida buscando grandes milagros, Él los hace para ti en el sencillo andar de cada día. La Biblia dice que Dios quiere que cada uno de nosotros hagamos aquello para lo cual Él nos ha preparado, y en el lugar en el que Él nos ha puesto, y que lo hagamos con un corazón limpio.

Sencillamente.
 
©Protestante Digital 2014

 

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