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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.

domingo, 30 de octubre de 2011

Cómo Articular una Cosmovisión Cristiana en Cuatro Sencillos Pasos

: Cosmovisión bíblica.gif
por Armando Valdez-traducción

Por Keving DeYoung
 Un solo Dios. Adoramos a un Dios, personal, cognoscible y santo. No hay dos dioses o dioses ó diez o diez millones de dioses, sólo uno. Él siempre ha sido y será siempre. El no es un producto de nuestra mente o imaginación. Él realmente existe y podemos conocerlo porque El nos ha hablado en Su palabra.
Dos clases de seres. No somos dioses. Dios no se encuentra en los árboles o el viento o en nosotros. Él creó el universo y se preocupa por todo lo que ha hecho, pero es distinto de Su creación. La historia del mundo no se trata de ser liberado de la ilusión de nuestra existencia, o de descubrir a Dios dentro de nosotros. La historia es acerca de Dios, la gente que El creó, y cómo las criaturas pueden aprender a gozarse en, confianza en, y obedecer a su Creador.
Tres personas. El único Dios que existe eternamente en tres personas. El Padre es Dios. El Hijo, nuestro Señor Jesucristo, es Dios. El Espíritu Santo, el Espíritu del Padre y del Hijo, es también Dios. Sin embargo, estos tres iguales en gloria, rango y poder son tres personas. La doctrina de la Trinidad, ayuda a explicar cómo puede haber verdadera unidad y diversidad en nuestro mundo. También muestra que nuestro Dios es un Dios relacional.
Para nosotros. Algo pasó en la historia que cambió el mundo. El Hijo de Dios vino al mundo como un hombre, perfectamente obedeció a Su padre, cumplió con el propósito de Israel, tuvo éxito donde Adán falló y comenzó el proceso de revertir la maldición. Jesucristo murió por los pecados del mundo. Resucitó de entre los muertos al tercer día. Por la fe en él nuestros pecados pueden ser perdonados y podemos estar seguros de vivir para siempre con Dios y un día ser resucitados de los muertos como Cristo.
Obviamente, esto no quiere decir todo lo que hay que decir acerca de la Biblia o el Cristianismo. Pero me parece que es una manera útil de tener una idea de algunos de los distintivos más importantes de una cosmovisión cristiana. Siéntase libre de tomarla y utilizarla para sí mismo. Es tan fácil como 1, 2, 3, 4.
por Armando Valdez-traducción
Fuente: El Evangelio de Jesucristo

miércoles, 26 de octubre de 2011

Fran Otero, bloguero de Protestante Digital que escribe con el iris

Fran Otero, bloguero de Protestante Digital que escribe con el iris
A la izquierda (al fondo) Fran Otero, y delante (a la derecha) Dámaris Domínquez
Francisco Otero, “el otro Stephen Hawking” que sí cree y confía en Dios, fue diagnosticado hace 16 años de Esclerosis Lateral Amiotrófica.


Respira gracias a un aparato y recibe la comida por sonda, ya que su cuerpo está totalmente inmovilizado.  Sólo puede mover los ojos –con los que escribe - y mínimamente el cuello. Pero no está atrapado en esta situación, sino que como expresa en el propio título de su blog (“Hablemos de vida”),  ha sabido enfrentar el diagnóstico que recibió hace nada menos que deiciséis años para convertirse en una persona activa y comprometida .

 Su dinamismo es total. No sólo asiste junto con su familia a su iglesia protestante local en A Coruña , de la que es miembro activo.  Acaba de escribir y publicar el libro  `A Coruña pintada ' , con acuarelas del pintor José María Urda y textos del propio Francisco Otero.Incluye recreaciones en acuarela de paisajes de la ciudad gallega, realizados por el pintor José María Urda. “José María tenía unas acuarelas sobre La Coruña, muy coloristas, con mucha vida. Y con Fran es una relación que mantienen a diario por chat, y él le dijo que quería colaborar. Se fueron haciendo las páginas del libro, con las ideas de Fran, con sus textos”. Además Fran se ha encargado de la maquetación del libro utilizando su ordenador, una labor de precisión encomiable.  Se trata de un paseo por A Coruña, y mientras ves el libro puedes pensar que cada fotografía está encajada con los ojos de Fran .

Fran(cisco)Otero es además parte destacada junto a su esposa –Dámaris Domínquez, farmaceútica- de asociaciones de ayuda a afectados por ELA. Al enfrentar esta enfermedad, tanto Fran como su familia han visto que uno de los mayores problemas es el de la soledad con la que cada afectado debe realizar su lucha. Para ayudar a otros afectados y hacer un frente común, Fran se ha unido a la Plataforma de Afectados por ELA . Desde esta plataforma intentan hacer fuerza para que avance la investigación médica y se aceleren los plazos de intervención de los ensayos médicos.

A nivel de Galicia la plataforma en la que trabajan es  AGAELA (Asociación Gallega de Esclerosis Lateral Amiotrófica) , enfatizando también los aspectos que tienen que ver con la comunicación y la búsqueda de socios. “Intentamos que al ser una enfermedad rara, que la gente sepa a dónde acudir. Para eso necesitamos ayuda económica, y por eso promovemos varias acciones, para que se sepa que la ELA existe, para que sepan que somos un colectivo que necesita ayuda, y también para recaudar algo de dinero, cuenta su esposa Dámaris.

También ejerce su papel de esposo y padre de manera comprometida. Y, sobre todo, transmite esperanza en medio de las dificultades mostrando que es posible superar los obstáculos con fe en el futuro y no quedarse atrapado en las circunstancias físicas, logrando una vida difícil pero plena más allá de las dificultades y obstáculos que a diario enfrenta.

 UN PRIVILEGIO CONTAR CON ÉL
Pedro Tarquis, director de Protestante Digital, explica que para este diario es todo un privilegio poder contar con la colaboración de Fran Otero. “ No es un favor que le hagamos a él, sino que él nos hace a nosotros.  Desde que conocí su historia a través de Bea Garrido me impresionó el tesoro que lleva dentro como ser humano, y un enorme ejemplo de los más altos valores de la dignidad de la persona y de la fe cristiana. Además, es un excelente escritor en fondo y forma; que sabiendo el esfuerzo que le supone escribir tiene además un valor añadido excepcional”.

 HABLEMOS DE VIDA
 En su blog , con periodicidad mensual, vierte F. Otero de manera positiva y vitalista (de ahí su nombre: Hablemos de vida) su experiencia, sus ideas, su visión de la vida, los valores que ha sabido conservar, descubrir y potenciar, y los que ha desechado por innecesarios, inútiles o perjudiciales. También su lucha en los muchos frentes en los que vive inmerso.

Como vale más una imagen que mil palabras,  les invitamos a leer el primer artículo, su estreno como columnista en Protestante Digital:  La verdad os hará libres .

 CONFIANZA EN DIOS
Para Dámaris y Fran, hay un apoyo fundamental en sus vidas. La relación personal con Jesús les ha ayudado a mantenerse en esta difícil lucha, siendo de ayuda y ejemplo para otros.  “Cuando nos dicen que tenemos una ELA, que podemos marcar nosotros la diferencia, ahí te quedas a solas. Sólo hay una persona con la que puedes hacer este planteamiento, y es con Jesús. Si Dios está con nosotros vamos adelante. Y él está”, afirma Dámaris.

" Los médicos dicen que esto es un milagro . No hay un enfermo que lleve ocho años con ventilador como Fran, tan activo. Tiene una actividad del 100%, sólo que no puede mover su cuerpo. No hubiéramos pasado tantas situaciones si no hubiera estado ahí Dios que nos fortalece cada momento. Ha habido muchas lágrimas, mucha soledad, mucho decir hasta aquí, y al ratito es como si alguien te cogiera en brazos y te dijese: sí puedes”, cuenta Dámaris, que concluye segura: “Para nosotros no es asombroso: es la mano del Señor en nuestras vidas. Hemos llegado aquí por eso”.

Dámaris recuerda el versículo de Deuteronomio 33:27: “El Eterno Dios es tu refugio y abajo, tus brazos eternos”. “Fran no tiene fuerza, pero los brazos eternos nos están llevando continuamente”.

 MÁS INFORMACIÓN
Dámaris recuerda que otros casos de ELA pueden aparecer y por eso pide a las personas que se interesen y se impliquen junto a ellos en esta lucha . “No nos dejéis solos, estamos peleando, queremos que contéis con nosotros y que esa cara que tiene la ELA, como puede ser la de Stephen Hawking, se la pongáis ahora a Fran”. Para ello, recuerda que se les puede encontrar en Facebook (buscando Afectados de ELA ) o en la web de www.agaela.es  y www.plataformaafectadosela.org . Allí pueden encontrar las historias de personas luchadoras que a pesar de sus limitaciones quieren trabajar para mejorar no sólo su vida, sino también la de cualquiera que pueda algún día verse afectado por esta enfermedad.
© Protestante Digital 2011

martes, 25 de octubre de 2011

Solo no vas a poder


¿Te ha pasado en algún momento de tu vida que has querido salir de alguna situación en tus propias capacidades?, hablo de esos momentos en los que dejamos a un lado a Dios y creemos que nosotros solos podes afrontar esa situación.
Y es que no se necesita dejar de ser cristiano o dejar de asistir a tu Iglesia para decir que has dejado a Dios de un lado. Basta con la actitud que tomamos frente a las circunstancias que se nos presentan para denotar que hemos dejado a Dios a un lado.
Y es que a veces podemos tener muy buenas capacidades para afrontar los problemas de la vida. Pueda que tengas mucha inteligencia o creatividad para idearte alguna solución, pero aun así tengo que decirte que al final: Solo no vas a poder.
Quizá tú seas una persona fuerte en el sentido que te ha tocado salir adelante aparentemente “solo” en tu vida, crees que has vencido muchos obstáculos en la vida y que no hay nada que te podrá vencer.
Y es que tampoco voy a negar que en algunas ocasiones tu propia capacidad quizá sea suficiente para salir adelante en algunas situaciones de la vida, pero aun así, no debes olvidar que quien te doto de esa capacidad fue tu Creador, Dios mismo.
Pero también debes de saber que hay situaciones que por más que intentes salir adelante en tus propias capacidades, simplemente NO PODRÁS. Y no podrás, porque TODOS, absolutamente TODOS en la vida necesitamos la ayuda de Dios, y aunque muchas veces no lo queramos aceptar, tarde o temprano aquella necesidad espiritual que hay en nuestro ser, saldrá a la luz y es allí donde tendremos que buscar de Dios, quien está dispuesto a ayudarnos.
Quizá en los últimos días, semanas o meses has estado luchando con alguna área de tu vida, quizá has intentando una y otra vez, creyendo que eres lo suficientemente fuerte o capaz para salir adelante sin molestar a Dios. Quizá no te has detenido un momento para elevar una oración de ayuda a Dios, porque simplemente piensas que vas a poder solo, pero la realidad es que: NO HAS PODIDO.
Y es que es un poco frustrante luchar continuamente con algo a lo que no podemos vencer, es frustrante darte cuenta que esta vez no puedes, que tus capacidades por muy buenas que sean, no podrán superar ese obstáculo, es allí, en ese momento de reconocimiento, en donde debes de buscar la ayuda de Dios, no te creas autosuficiente, tu dependes de Dios, tu vida depende de Él y si hay alguien a quien le importas y quien te quiere ayudar siempre, ese es nuestro Dios.
Al pensar en todo esto, se me viene a mi mente un versículo en donde Dios nos habla directamente:

“Porque yo, el Señor tu Dios, te he tomado de la mano; yo te he dicho: ‘No tengas miedo, yo te ayudo.’ ”.

Isaías 41:13 (Dios Habla Hoy)
Y es que es increíble la forma en la que Dios conoce nuestras limitantes, El sabe la necesidad que hay en nuestro ser de Él, sabe que pasamos por situaciones que se escapan de nuestras capacidades, situaciones que nos roban la paz y a las cuales hemos estado a punto de rendirnos y dejarnos llevar por esa corriente que lo único que quiere es arrastrarnos lejos de Dios.
Por esa razón Dios nos dice: “No tengas miedo, yo te ayudo”.
Recibir la ayuda de Dios es la seguridad de que todo estará bien, recibir su ayuda es la garantía de que todo está bajo control, y que mejor control que el de nuestro Dios Todopoderoso.
Por esa razón hoy es momento de reconocer nuestras limitantes delante de Dios, es un buen día para dejar de intentarlo en nuestras propias capacidades y cederle el turno a Dios, porque El quiere ayudarnos.
No sigas mas batallando con eso tu solo, porque tienes que tener muy claro algo, esto es: TU SOLO NO VAS A PODER, pero Dios ayudándote es una garantía de victoria final.
Deja que Dios te ayude, somete tu voluntad a la suya, derriba todo orgullo y reconozcamos que sin El no podemos mas. Jesús mismo nos lo dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” Juan 15:5 (Reina-Valera 1960).

¡Ya deja de intentarlo solo, permite que Él te ayude!


jueves, 20 de octubre de 2011

Presión Pastoral y Ansiedad Apostólica

Por Kevin DeYoung
2 Corintios 11:28 Siempre me pareció un verso extraño para mí, hasta que me convertí en un pastor.
Aquí está Pablo recitando de todas las maneras que ha sido golpeado por Jesús-cárceles, azotes, varas, apedreado, náufragos, a la deriva en el mar, noches sin dormir, hambre y sed, frío y desnudez, el peligro de todos en todas partes (v. 23-27) -y luego como la cereza en el pastel, Pablo menciona una prueba más: “Además de tales cosas externas, está sobre mí la presión cotidiana de la preocupación por todas las iglesias.” (v. 28). Este es el poderoso apóstol Pablo, el que contaba una alegría para “gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré” por su pueblo (12:15), como entristecidos, mas siempre gozosos (6:10). Este es el Pablo que se enfrentó a toda oposición imaginable y aún así aprendió a estar contento (Fil. 4:11) y ansioso por nada (4:6). Y aquí está admitiendo que incluso con todo lo demás que está soportando todavía siente la presión cotidiana y la preocupación por todas las iglesias.
Desde me que convertí en un pastor he encontrado un Consuelo inusual en este versículo. No es que yo he logrado lo que Pablo realizó, o he sufrido lo que él sufrió, pero cada ministro siente seriamente esta carga para la iglesia.¡Y Pablo tuvo varias iglesias que le eran carga! Las iglesias estaban llenas de luchas internas y la murmuraciones. Se fueron con las falsas enseñanzas. Ellos eran propensos al legalismo en un extremo y a un caos total en el otro. Algunos de los miembros de la iglesia estaban haciendo los asuntos insignificantes demasiado importantes, mientras que otros estaban demasiado dispuestos a transigir en lo esencial del cristianismo. Pablo amaba a esas iglesias y sus luchas le era una carga más que un naufragio o estar en prisión.
Antes de seguir adelante, permítanme ser claro: No creo que los pastores son los únicos que tienen una carga. No somos los únicos con ansiedad. En muchos sentidos, tenemos el mejor trabajo del mundo entero. Ciertamente me siento muy agradecido de hacer lo que hago casi todos los días. No tengo ningún interés en la comparación de la dificultad del ministerio pastoral con las dificultades de otras vocaciones. Todo lo que quiero hacer es animar a los pastores a seguir luchando la buena lucha, y apoyar a las congregaciones para seguir animando a sus pastores.
No me sorprende que Pablo sintió la presión diaria de las iglesias. Su trabajo no parecía ceder. Había cartas que escribir, visitas que realizar, una colecta que reunir para los santos en Jerusalén. Él tuvo que enviar a la gente de aquí y allá, y administrar los asuntos de sus iglesias a distancia. Tuvo que responder a un gran número de críticas, a menudo críticas conflictivas. Algunas personas pensaban que era demasiado duro. Otros decían que era demasiado débil. Algunas personas en sus iglesias eran ascetas y pensaban que Pablo era mundano. Otros eran licenciosos y pensaban que Pablo era demasiado exigente éticamente. Se quejaron de su enseñanza. Ellos cuestionaron sus credenciales. Se le comparó negativamente a los apóstoles originales. Ellos pensaron que se quedaba corto en comparación con los falsos apóstoles. No les gustaba la forma en que manejaba el dinero. No les gustaba su estilo de predicación. No les gustaba la forma en que organizó su plan de viaje. No les gustaba su disciplina. Hay días en que simplemente no les caía bien Pablo. Todo esto para el hombre que los llevó a Cristo, les amaba como a un Padre, plantó (muchas de) sus iglesias, se negó al dinero y arriesgó su cuello por su bien espiritual. No es de extrañar que no había peso para Pablo como el peso del cuidado del pueblo de Dios.
Pregúntele a cualquier pastor que realmente toma en serio su trabajo y él le dirá de las presiones siente en el ministerio –personas en crisis, gente saliendo, gente viniendo, gente que cae a través de las grietas, gente decepcionada por el pastor, gente decepcionante para el pastor. En medio de este trabajo, el pastor está tratando de encontrar tiempo para el estudio, la oración, la preparación y la familia. Él está tratando de mejorarse a sí mismo, entrenar a nuevos líderes, cumplir con el presupuesto, conocer a unos cuantos misioneros, un programa de campeón importante, administrar el personal, cuidar de los detalles administrativos, proveer para la adoración profunda, ser accesible y predicar, dar respuesta a nuevas ideas, escuchar las nuevas preocupaciones, estar dispuestos a ayudar cuando la gente está en problemas.
Y la mayoría de los pastores sienten una carga para todas las otras cosas que podrían hacer: evangelizar más, una mayor participación en el barrio, más para los pobres, más para las misiones, más de la denominación, más de la ciudad, más para hacer frente a los problemas mundiales, más para hacer frente a las preocupaciones sociales. Habrá pastores leyendo esto que pregunten si la iglesia sigue respondiendo a su predicación, si el liderazgo volverá a ser leal con su líder, si la congregación nunca crecerá como las iglesias que él oye tanto. Por encima de todo esto cada pastor tiene su propios dolencias, errores personales, y su propia salud espiritual que atender. Quién no está débil y ¿los pastores no se debilitan?
Pero, ánimo. Dios usa lo débil para avergonzar a los fuertes (1 Cor. 1:27). Su gracia es suficiente para usted, su poder se perfecciona en la debilidad (2 Corintios 12:9.). Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte (v. 10).
Pablo tenía presión. Usted tiene presión también. Pero Dios puede manejar la presión. Y se ve bien cuando usted no puede.
Fuente:Evangelio Segun Jesucristo

lunes, 10 de octubre de 2011

LA PROSPERIDAD QUE HACE QUE OLVIDEMOS A DIOS




  por: CHARLES SPURGEON


A mí no me sorprendería que aquellos israelitas que nacieron en el desierto y que habían recogido el maná todas las mañanas, durante años, dejasen de maravillarse ni de ver la mano de Dios en él. ¡Qué estupidez tan vergonzosa! Hay muchas personas que han tenido que vivir con lo justo, y de ese modo han podido ver la mano de Dios en cada pedazo de pan, pero esas personas han logrado finalmente prosperar, por la bondad de Dios, en este mundo, y han obtenido unos ingresos regulares sin preocupación ni esfuerzo, y no ha pasado mucho tiempo antes de que estas personas lo considerasen como el resultado natural de su propio esfuerzo y ya no ha brotado de ellas la alabanza y el amor hacia el Señor. El tener que vivir sin la presencia consciente del Señor es una situación realmente terrible. ¡Sus necesidades han quedado cubiertas, pero no por la mano de Dios! ¡Han sido sostenidos, pero sin la ayuda de Dios! Mucho mejor sería estar en la pobreza, la enfermedad o exilados, y de esa manera sentimos deseosos de buscar a nuestro Padre celestial. A fin de evitar el que nos encontremos bajo la maldición de olvidar a Dios, al Señor le ha placido el conceder sus mejores bendiciones, pero en relación con sus propias promesas, y el hacer que depositemos nuestra fe en ellas. Él no va a permitir que sus misericordias se conviertan en velos que oculten su rostro de los ojos de nuestro amor, sino que las convierte en ventanas por medio de las cuales nos puede mirar. Se ve al que ha hecho la Promesa en dicha promesa y nos fijamos para ver su mano en la realización y, de esa manera, nos salvamos del ateísmo natural que anida en el corazón del hombre.
Fragmento tomado del libro Según la Promesa de Charles Spurgeon

Fuente: Verdadera Vida