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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.

sábado, 27 de abril de 2013

Esteban y Pablo


por C. H. Spurgeon

El sermón de Esteban es el texto en el que Pablo se basó para predicar toda su vida.
Esteban y Pablo Agustín comenta en una frase que se cita siempre en cada comentario sobre el libro de los Hechos que he leído: «Si Esteban no hubiese orado, Pablo no hubiera predicado nunca». Pero la oración de Esteban: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado» fue una súplica tan amplia por sus asesinos, que muy bien alcanzo a concebir que fijó su mirada llorosa en ese joven llamado Saulo, y que en sus pensamientos lo incluyó en esa petición, suplicando al Señor que no le tomara en cuenta eso; y el Señor no le tomó en cuenta, «porque» –suplicó- «lo hice por ignorancia, en incredulidad».

Creo que fue bueno que Saulo observara el suceso. […] Siempre que ustedes, que aman al Señor, vean u oigan a alguien practicando algo que sea malo, asegúrense de orar por esa persona, pues así es como hemos de ser «la sal de la tierra». La sal ha de ponerse siempre allí, donde la putridez comienza. […] Hay que hacer uso de las lámparas cuando llega la oscuridad; no las necesitamos sino hasta que el sol se ha ido, y llega la oscuridad. Así que, cuando perciban la oscuridad, enciendan sus velas; cuando perciban la putrefacción, esparzan la sal llevando al pecador delante de Dios en oración.

Pero existe también algo más que esto [lo observado por Agustín]. Si Saulo no hubiera estado allí, se habría perdido el beneficio del discurso de Esteban. El sermón de Esteban es el texto en el que Pablo se basó para predicar toda su vida.

Si lo examinan cuidadosamente, descubrirán que la disertación de Esteban es la raíz de la cual, por medio de la bendición del Espíritu de Dios, se desarrolla la teología de Pablo. Esteban le deja la pista de todo el argumento acerca de Sara y Agar incluido en la Epístola a los Romanos; y, también, toda la discusión acerca de que el padre Abraham fue justificado por la fe es parte del discurso de Esteban.

Y la Epístola a los Hebreos es otra planta que crece de la semilla que Esteban sembró en la mente de Saulo; se encuentran varias frases idénticas. En mi opinión, la razón por la que el discurso de Esteban se registró de manera tan íntegra, es porque Pablo viajó acompañado por Lucas, autor de los Hechos de los Apóstoles, y porque Pablo le contó a Lucas lo que Esteban había predicado, pues parece que llegó directo a su alma, y se quedó instalado allí. Debe de haber sucedido así, pues moldeó todas sus epístolas, y se puede trazar la influencia de Esteban en cada rollo sobre el que Pablo apoyó su pluma.



jueves, 25 de abril de 2013

El Toque de Dios


Jesus


Daniel testificó: “Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.” (Dan. 10:10). La palabra “tocó” aquí significa incautar o agarrar algo violentamente. Daniel estaba diciendo: “Cuando Dios puso su mano sobre mi, me puso sobre mi rostro. Su toque puso una urgencia en mí de buscarle con todo lo que hay en mí.”
Esto sucede cada vez que Dios toca la vida de alguien. Esa persona cae de rodillas. Y se convierte en un hombre o una mujer de oración, impulsado a buscar al Señor.
A menudo me pregunto por qué Dios toca solamente a ciertas personas con esta urgencia. ¿Por qué algunos siervos se convierten en buscadores hambrientos de él, mientras que otras personas fieles siguen su camino? Siervos tocados por Dios tienen una relación intima con el Señor. Ellos reciben revelaciones del cielo. Y ellos disfrutan un caminar con Cristo que pocos tienen.
Pienso en Daniel. Este siervo devoto fue tocado por Dios en una forma sobrenatural. Ahora, había muchas otras personas buenas y piadosas sirviendo al Señor en los días de Daniel. Estos incluían a Sadrac, Mesac y Abed-nego, como también Baruc, un escriba de Jerusalén. También un sin numero de israelitas mantenían su fe mientras estaban esclavizados en Babilonia. Algunos 40,000 de ellos regresarían a Jerusalén a reconstruir el templo.
Así que, ¿por qué Dios puso su mano sobre Daniel y lo tocó como lo hizo? ¿Por qué este hombre era capaz de ver y escuchar cosas que nadie más podía? Él declara: “Y solo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo,…” (Dan. 10:7).
Aquí esta la increíble visión que Daniel vio: “Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río… Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino y ceñidos sus lomos de oro…Su cuerpo era como de berilo y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido.” (10:4-6).
Esta era una visión de Cristo mismo, clara y vívida. En efecto, era la misma visión que le fue dada a Juan en la Isla de Patmos (ver Ap. 1:13-15). Ahora Dios le habló a Daniel en forma inconfundible: “Y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.” (Dan. 10:6). Esto no fue un leve silbido o un susurro, sino el estruendoso sonido de un tumulto rugiente.
El Señor se le reveló a Daniel de esta manera por una razón específica: él quería poner fin a la larga hambruna de su Palabra. Él decidió que llegó el tiempo para darle un mensaje a la humanidad perdida. Y él quería que sus siervos supieran lo que él iba hacer y por qué: “He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días.” (10:14).
Pero Dios necesitaba una voz para que pronunciara su mensaje. Él quería un siervo de oración, alguien que respondería fielmente a su llamado. Daniel era ese hombre. Él estuvo orando devotamente tres veces al día. Y ahora, mientras él caminaba a orillas del río, Cristo se le reveló a él. Daniel fue destrozado por la experiencia. Él dice: “Sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron. Quedé pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí… Pero oí el sonido de sus palabras.” (10:7-9).
Las Escrituras no identifican a los hombres que estaban con Daniel. Puede ser que fuesen guardas babilonios u oficiales gubernamentales. Después de todo, Daniel ocupaba un cargo de poder en el reino. En mi opinión, estos hombres eran israelitas, específicamente los amigos y asociados piadosos de Daniel. Sin embargo, si es así, ¿por qué huyeron? Daniel dijo que ellos no vieron ni escucharon nada. ¿Por qué se sintieron obligados a esconderse?
Esta es la razón: Dios estaba en el proceso de poseer a Daniel. Él estaba preparando a su siervo, cuerpo y alma, para recibir palabra del cielo. Y eso siempre es una visión asombrosa. Cada vez que Dios toca a uno de sus siervos de oración, él se manifiesta en esa vasija humana. Primero lo despoja de sí mismo, del yo, y luego él lo posee totalmente.

Fuente: MinistrosRecursosMinisteriales

martes, 23 de abril de 2013

El Verdadero Tiempo Según La Biblia

biblia-reloj-tiempo.ESPERA TÚ UN POCO PARA QUE TE DECLARE LA PALABRA DE DIOS” (1 Samuel 9:27)

He aquí un versículo bíblico antiguo con un mensaje actual: “Habían descendido al extremo de la ciudad, cuando Samuel dijo a Saúl:… espera tú un poco para que te declare la palabra de Dios” (1 Samuel 9:27). Hoy en día se nos dice que para poder triunfar, tenemos que correr a cien millas por hora y no parar hasta que caigamos rendidos por la noche. ¿Cuál es el inconveniente de esto? Que nuestro caminar con el Señor se ralentiza de forma ostensible o incluso se detiene por completo. El exceso de actividad nos conduce a la esterilidad espiritual. Ser parte de la vida frenética puede resultar emocionante y gratificante, pero no deja espacio ni tiempo para Dios. Y no solo sucede en el campo laboral. Fijémonos en las madres con niños pequeños: cada minuto de su día está acaparado por esas criaturitas que demandan toda la atención, pintan garabatos en las paredes, llenan la casa del barro de sus zapatos y por si fuera poco se atreven a despertar a los padres durante la noche.
Si algo de eso te está ocurriendo, tienes que hacer una pausa y decir: ‘¡Tiempo! Me niego a que mi vida espiritual trascurra en piloto automático, repitiendo oraciones sin sentido y hojeando una Biblia que no estudio, ni por la cual me rijo. Estoy dispuesto a pagar el precio necesario para caminar con Dios.‘ Llegar a ese punto no va a ser fácil. Tendrás que rechazar ciertas cosas y correr el riesgo de no agradar a la gente. Sin embargo es la única forma en la que vas a estar en paz con Dios y en buena disposición para escuchar sus mensajes. Nadie dijo nunca que la vida cristiana fuera fácil, pero ¿hay algo en este mundo de mayor importancia o más gratificante?

sábado, 20 de abril de 2013

El cristiano público

“Quedaron desiertos los caminos, Y los viajeros andaban por sendas tortuosas. Se habían terminado los campesinos, se habían terminado en Israel, Hasta que yo, Débora, me levanté, Hasta que me levanté, como madre en Israel. Habían escogido nuevos dioses; Entonces la guerra estaba a las puertas. No se veía escudo ni lanza Entre 40,000 en Israel.”  – Jueces 5:6-8
Se trata de una imagen de un hombre sosteniendo una Biblia predicando el Evangelio. Foto de archivo - 9425131 


Este debate ha estado sucediendo entre los cristianos durante siglos. ¿Debemos participar en la vida pública? Algunos pueden decir que sí, incluso hasta el punto de ser militante de ello. Otros pueden decir que, porque nosotros no somos de este mundo, no debemos estar activos en sus asuntos.
La escritura anterior muestra cómo las cosas se habían puesto difíciles en Israel. Las carreteras estaban mal cuidadas y algunos no estaban seguros. Los que deberían haber llevado la sociedad a una mejor condición se pusieron primero a sí mismos en lugar de servir a la nación. Muchos estaban visiblemente obesos y descuidados en su vida personal. Parecían derrotados incluso antes de empezar. A la deriva, luchando entre ellos, mientras los líderes estaban dirigiendo a la gente a ninguna parte.
En esta situación, Dios envió a una mujer notable: Débora. Ella no tenía miedo de agitar las aguas para desbloquear la situación. Tú puedes leer la historia completa en el libro de Jueces capítulos 4 y 5. El punto es que su fe no se vio comprometida por su participación en la vida de la nación y de la comunidad.
De acuerdo con el Nuevo Testamento, los cristianos ayudan siempre que pueden, por ejemplo, Dorcas. Su trabajo caritativo era bien conocido, y cuando murió Dorcas, muchos lloraron por ella al recordar el impacto que había hecho en su vida (Hechos 9:39).
Nuestros actos de servicio público muestran el amor de Jesús en las cosas que hacemos. Ya se trate de mantener una puerta abierta para otra persona o servir en un puesto oficial, se trata de cómo Jesús nos ha transformado para amar y cuidar a las personas.
Algunos dicen que la religión debe ser algo privado, y algunos van tan lejos como para decir que estamos en el error porque creemos en Dios. La Biblia no estaría de acuerdo. La nuestra es una fe pública, una expresión externa de nuestra confesión interior que Jesús es el Señor de nuestras vidas.
“Vive una vida tan buena”, escribió Pedro, para que los demás, “aunque los acusen de hacer el mal… vean las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios” (1 Pedro 2:12).
Padre, ayúdanos a demostrar públicamente el amor de tu Hijo para con los demás haciendo buenas obras dondequiera que nos lleves. En el nombre de Jesús. Amén
Fuente: Revista Odisea Cristiana

jueves, 18 de abril de 2013

Doctrinas de Demonios

 

  Por Mike Gendron
Las personas que son víctimas del engaño religioso no son conscientes de las asechanzas del diablo. El primero ataca a la palabra de Dios con los falsos maestros para pervertir el evangelio y usurpar la autoridad suprema de la Escritura. A continuación, utiliza estos engañadores denigrando y minimizando la persona y obra del Señor Jesucristo. Él ciega a las personas de la luz del Evangelio y de la gloria de Cristo (2 Cor. 4:4). Satanás convence a las multitudes que Jesús es incapaz de salvar por completo y para siempre. Él los convence para depender de otros medios para la salvación de ellos – sus buenas obras, sacramentos, y María. Los pecadores siguen estando muertos en sus pecados y cegados de la verdad hasta que se vuelvan a Jesús y creen que Él es quien dijo que es (2 Corintios 3:14-16;. Juan 8:24). Mientras ellos creen en los sacerdotes, los papas y los falsos maestros, la ceguera espiritual permanece.
Otra estrategia de Satanás es anular la gracia de Dios. El diablo sabe que la gracia es el único medio por el cual Dios salva a los pecadores (Efesios 2:8-9). Satanás hace esto al convencer a los pecadores de que las obras son necesarias para la justificación y una posición correcta ante Dios. Los que añaden su obras a la obra terminada de Cristo han caído en una de las más mortíferas mentiras de Satanás y, al hacerlo, han anulado el único medio por el cual Dios salva a los pecadores (Rom. 11:6). El catolicismo romano no es la única religión que enseña una salvación de justificación por obras. Cada religión en el mundo enseña la salvación por obras. Sólo el cristianismo cree que la salvación es por gracia solamente, ya que sólo el cristianismo tiene un Salvador todo suficiente. El Señor Jesucristo puede salvar perpetuamente a los que vienen a Dios por medio de Él (Hebreos 7:25).
La única manera de hacer frente a las intrigas del diablo es con la verdad de la Palabra santa de Dios. Podemos usarlo como un arma ofensiva para matar las mentiras mortales del diablo.

lunes, 15 de abril de 2013

Las adversidades nos llevan a Dios

“En su angustia madrugarán a mí”
Oseas 5:15
Las pérdidas y las adversidades son a menudo los medios que usa el gran Pastor para conducir al redil a su oveja perdida. Esas adversidades, como perros rabiosos, acosan a los extraviados, tornándolos al aprisco. No se puede domar a los leones si están muy bien alimentados; su fuerza tiene que ser abatida y la ración de sus estómagos rebajada, y entonces se someterán a la mano del domador. Muchas veces hemos visto que algunos cristianos se hicieron obedientes a la voluntad del Señor por medio de la escasez de pan y de duros trabajos. Cuando están ricos y llenos de bienes, muchos creyentes llevan sus cabezas demasiado erguidas y hablan con mucha jactancia. Como David, se vanaglorian diciendo: “Mi montaña está firme; nunca seré conmovido”. Cuando el cristiano se enriquece, tiene buena reputación, tiene buena salud y una familia feliz, por lo regular, admite también al Sr. Seguridad Carnal para que deleite su mesa y, entonces, si realmente es hijo de Dios, hay una vara preparada para él. Aguarda un momento y quizás veas sus bienes desvanecidos como un sueño. Ahí va una parte de su posesión: ¡cuán pronto los bienes cambian de mano! Esa deuda, aquel pagaré no levantado. ¡Cuán rápidamente sus pérdidas se suceden! ¿Dónde terminarán? Es un bendito signo de vida divina si, cuando estas dificultades se le presentan, empieza a afligirse por su apostasía y acude a su Dios. ¡Benditas son las olas que purifican al marinero sobre la roca de la salvación! Las pérdidas en los negocios son a menudo santificadas para el enriquecimiento de nuestras almas. Si el alma elegida no viene al Señor con las manos llenas, vendrá vacía. Si Dios en su gracia no halla otros medios para que lo honremos entre los hombres, nos echará en el abismo. Y si no lo honramos en el pináculo de las riquezas, nos llevará al valle de la pobreza. Sin embargo, no desmayes, heredero del dolor, cuando eres así reprendido; reconoce más bien la mano amorosa que te castiga y di: “Me levantaré e iré a mi Padre”.
Fuente: LECTURAS VESPERTINAS de Charles Haddon Spurgeon. Visto en el blog Pan de Vida

miércoles, 10 de abril de 2013

Marcas de un Pastor Excelente: Edificación

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Por John MacArthur
Es importante tener las prioridades correctas, especialmente como pastor. Las distracciones ponen a su rebaño en peligro, y un pastor que esta sólo a tiempo parcial no puede correctamente cuidar o proteger a sus ovejas.
Los pastores y líderes de iglesias han sido encargados con un solo deber: la formación espiritual y la protección del pueblo de Dios. Las vidas bajo nuestro cuidado han de ser nuestra primera prioridad. Es similar a un rol paterno (1 Tesalonicenses 2:7-12) sobre las vida que el Señor nos ha confiado.
Y es fácil de detectar un pastor que ha perdido de vista esa prioridad. Él es el que siempre esta fuera, vendiendo su último libro, hablando en grandes conferencias y aprovechando cada oportunidad para elevar su perfil y aumentar su influencia. A menudo parece que su ministerio en el púlpito semanal es una distracción de todo lo demás que preferiría hacer.
Un pastor excelente no presentará ese tipo de actitud. Su primera prioridad es la edificación de su pueblo.
El bienestar espiritual de las vidas bajo su cuidado era la preocupación principal –el apóstol Pablo lo dejó claro en 2 Corintios. En lugar de mirar hacia fuera para su propia reputación en contra de las afirmaciones de los falsos apóstoles, Pablo autodefensa fue escrita para el beneficio de los creyentes corintios. “¿Pensáis aún que nos disculpamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos; y todo, muy amados, para vuestra edificación” (2 Corintios 12:19).
La meta de Pablo en todo lo que hizo en relación con la iglesia de Corinto, tanto en el ministerio a ellos y defenderse a sí mismo, era su edificación. Ese fue también el objetivo de nuestro Señor Jesucristo, que prometió: “Yo edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).
La pregunta que surge naturalmente, ya que Dios era el Juez de Pablo (como discutimos la última vez), ¿por qué se molestó en defenderse? Lo hizo porque si lo desacreditaban los Corintios no le harían caso, y si no le hicieron caso, no quisieron oír la verdad de la Palabra de Dios que él enseñó. Y si no escuchan la Palabra de Dios, no podría crecer espiritualmente.
Pablo sufrió por la angustia y la humillación de su auto-defensa por el bien de los hombres y mujeres de los que se estaba defendiendo. Su prioridad no era proteger su propia reputación, sino asegurándose de que el pueblo de Dios no se separara inadvertidamente de Su Palabra. Luchó contra las mentiras de los falsos apóstoles para asegurarse de que los creyentes de Corinto tenían acceso a la verdad de Dios, y para que la verdad estuviese activa en sus vidas.
Recuerde, había un número limitado de maestros para la iglesia del Nuevo Testamento, y el Señor todavía estaba revelando Su verdad a través de los escritos inspirados de los apóstoles. La ruptura de la relación entre Pablo y la iglesia de Corinto les habría alejado de la verdad de la Escritura y los entregaría a las mentiras y la corrupción de los falsos apóstoles.
Pablo necesitaba convencer a los corintios de que él era el verdadero portavoz de Dios, no para que pudieran sentarse para juzgar contra su vida, sino para que pudieran escuchar su enseñanza. No eran sus jueces, sino que eran su responsabilidad espiritual, y no podía dejar que sufrieran las consecuencias de su propia ingenuidad.
Él podría haber reaccionado de manera muy diferente, podía haber atacado enojadamente a los corintios por su deslealtad. Pero eso habría sido un abuso de su autoridad, lo que antes había dicho, “el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré” (2 Corintios 10:08). De hecho, se defendió tan vigorosamente para que cuando volviese a visitar Corinto, él no tendría que ser severo con ellos (13:10).
Los pastores de hoy pueden y deben aprender mucho de cómo Pablo reacciona bajo la presión y la oposición. En lugar de arremeter contra la defensiva, el puso a las necesidades espirituales de las personas bajo su cuidado por delante de su propia reputación y felicidad. Debemos prestar mucha atención al corazón de este pastor excelente, y reflejar en nuestros propios ministerios su énfasis en la fidelidad, la generosidad, la integridad, la reverencia y la edificación.

martes, 9 de abril de 2013

Exponiendo las Herejías de la Iglesia Católica: La Misa



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Por John MacArthur
El escritor de Hebreos es ineludiblemente claro acerca del carácter singular del sacrificio de Cristo.
“Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros, y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo. Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan. (Hebreos 9:24-28, énfasis añadido)

La Escritura no vacila sobre la finalidad del sacrificio de Cristo en nuestro favor. Él vino a hacer una oferta por una sola vez por los pecados, nunca para ser repetida. Fue un contraste con el pacto mosaico, el cual necesitaba un sistema de constantes sacrificios. Pero ninguno de los sacrificios del Antiguo Testamento en realidad podría expiar el pecado. Sólo podían servir como recordatorio de la liberación de Dios y el presagiaba el sacrificio definitivo de Cristo el cual vencería al pecado.
En la práctica de la misa, la Iglesia Católica Romana ha restablecido un sistema bíblico de sacrificios repetidos, blasfemando a Cristo y pervirtiendo Su obra en la cruz.
Cuando el sacerdote pronuncia las tremendas palabras de la consagración, el llega a los cielos, trae abajo a Cristo de Su trono, y lo pone a nuestro altar para ser ofrecido de nuevo como Víctima por los pecados del hombre. Es un poder mayor que el de los monarcas y emperadores: es mayor que el de los santos y de los ángeles, mayor que el de los Serafines y Querubines. De hecho, es incluso mayor que el poder de la Virgen María. Mientras que la Santísima Virgen fue el agente humano por el que Cristo se encarnó una sola vez, el sacerdote trae a Cristo desde el cielo, y lo hace presente en nuestro altar como la eterna víctima por los pecados del hombre, no una vez sino mil veces! El sacerdote habla y ¡he aquí! Cristo, el Dios eterno y omnipotente, inclina la cabeza en humilde obediencia a la orden del sacerdote.
En pocas palabras, la Iglesia católica no permitirá quitar a Cristo de la cruz. En la misa, la sustancia del pan y el vino supuestamente son transformados en el cuerpo y la sangre de Jesús, dejándolo como un sacrificio repetido, incompleto por los pecados. Él no es Señor y Salvador, Él es la Víctima eterna, eternamente ligado al altar por el poder del sacerdote, de manera visible y omnipresente simbolizado en el crucifijo católico.
Eso es una negación directa de la enseñanza de Pablo en Romanos 6:8-10.
Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con El, sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre El. Porque por cuanto El murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para Dios.(énfasis nuestro)
Al negar el sacrificio singular de Cristo, el catolicismo impregna su sacerdocio con poder ilegítimo artificial y autoridad, esclavizando a sus seguidores a un sistema repetitivo de ofrendas ineficaces e impías por el pecado. Es esencialmente paganismo espolvoreado con suficiente terminología cristiana para engañar a las almas, convenciéndolas de que la muerte de Cristo en la cruz no fue suficiente para lograr su salvación. En efecto, la misa anula el verdadero significado de la cruz.
En Light from Old Times [Luz de los Viejos Tiempos], JC Ryle explica las implicaciones teológicos y espirituales – e imperfecciones –de la misa Católica.
Cualquiera que sea lo que el hombre piense o diga, la doctrina romana de la presencia real, si se busca a sus legítimas consecuencias, oscurece toda doctrina principal del evangelio, y daña e interfiere con el sistema de la verdad de Cristo. Conceda por un momento que la Cena del Señor es un sacrificio, y no un sacramento –admita que cada vez que las palabras de la consagración se utilizan el cuerpo natural y la sangre de Cristo están presentes en la mesa de la comunión bajo las formas del pan y del vino –admita que todo el que come el pan consagrado y bebe ese vino consagrado realmente come y bebe el cuerpo natural y la sangre de Cristo –admita por un momento estas cosas, y luego vea qué resultado de consecuencias trascendentales resultan de estas premisas. Usted estropea la bendita doctrina de la obra terminada de Cristo cuando murió en la cruz. Un sacrificio que necesita ser repetido no es una cosa perfecta y completa. Usted estropea la función sacerdotal de Cristo. Si hay sacerdotes que puedan ofrecer un sacrificio aceptable a Dios sino Él, el gran Sumo Sacerdote es despojado de Su gloria.Usted estropea la doctrina bíblica del ministerio cristiano. Usted exalta a hombres pecadores en la posición de mediadores entre Dios y el hombre. Usted da a los elementos sacramentales del pan y el vino un honor y una veneración que nunca pretendieron recibir y produce una idolatría para ser aborrecido de los fieles cristianos. 
En términos simples, la misa no tiene nada que ver con el evangelio cristiano, nada que ver con la vida cristiana, y nada que ver con la iglesia cristiana. Rechaza la verdadera naturaleza bíblica de Dios, Cristo, el pecado, la salvación, la expiación y el perdón. Le roba a la cruz de su significado y lo sustituye por una idolatría superficial y centrada en el hombre. Es una mentira, un fraude, una fabricación condenable que esclaviza los corazones y lleva a la gente al infierno.

lunes, 8 de abril de 2013

Reglas para ser feliz



Es fantástico en la cama pero... ¿te hace feliz?
Cuentan que un hombre de negocios, después de largos años de arduo trabajo, consiguió reunir una gran fortuna.
Sin embargo, el gran empresario, a pesar de todo el dinero que tenía, se sentía infeliz. Deseaba la felicidad, pero un gran vacío le perturbaba el alma y las tribulaciones de las horas le robaban la paz.
Un día, escuchó hablar de la existencia de un viejo sabio conocedor de reglas eficientes para quienes desean ser felices.
El ejecutivo no tuvo ninguna duda. Se apertrechó de los recursos necesarios y salió a buscarlo.
Después de una larga y exhaustiva búsqueda, llegó al lugarejo donde vivía el tal sabio.
Algunas informaciones más, y allá estaba él, frente a frente con el anciano.
La expectativa era tanta que fue directamente al asunto.
"Oí decir que usted sabe la receta para conquistar la felicidad, y lo que más deseo es ser feliz, ¿puede ayudarme?" le preguntó ansioso.
Bueno, respondió el sabio, en realidad las reglas son muy sencillas. La primera de ellas es prestar atención; la segunda, es prestar atención; y la tercera y última es prestar mucha atención.
El ejecutivo pensó que sólo podía estar bromeando, pero después de oír algunas consideraciones, fue cambiando de idea.
El anciano dijo con sabiduría: "quien presta atención en todo lo que sucede en los minutos de su vida, consigue ser feliz."
- Preste atención en lo que las personas le dicen. Sepa escucharlas con serenidad, buscando ayudar en la medida de lo posible.
- Al degustar una comida, aproveche bien el momento. Preste atención en los alimentos que ingiere, sienta su sabor.
- Preste atención en todo a su alrededor...
- Mire con atención una noche iluminada de luna llena, un amanecer de oro...
- Contemple, con atención, un jardín que explota en perfumes y colores...
- Una cascada estirada sobre la montaña rocosa...
- Observe con atención un bando multicolor de aves cruzando los cielos... Oiga atentamente el canto de un pájaro solitario...
- Preste atención en la lluvia que cae bendiciendo el suelo. Imagine los depósitos de agua en el subsuelo, distribuyendo fertilidad y vida...
- Deténgase a observar el trabajo de las hormigas, su organización, su perseverancia.
- Aprecie con atención el desabrochar de una rosa... sienta su perfume.
- En fin, observe atentamente los pequeños "nadas" a su alrededor.
- En poco tiempo percibirá que son muchas más las cosas buenas que las cosas malas, y eso lo hará feliz.
Después de oír atentamente los consejos del viejo sabio, el empresario ya se estaba sintiendo más alegre y dispuesto a luchar por la felicidad tan deseada. 
¡Piensa en esto! 
Las horas son benditas oportunidades de aprendizaje y alegría.
Pero, aunque ellas se repitan incesantemente, los minutos ya no son los mismos y las circunstancias cambian cada segundo.
De esa forma, cada hora tenemos sesenta minutos para encontrar motivos de felicidad, basta que prestemos mucha atención en cada uno de ellos, sin olvidar que nuestra atención debe dirigirse hacia las cosas realmente positivas.
¡Pensemos en eso!

martes, 2 de abril de 2013

El dia que debemos vivir es el día de hoy.


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En muchas ocasiones en la Biblia leí…


Los frutos del pecado y de la justicia
6:20 Cuando eran esclavos del pecado, ustedes estaban libres con respecto de la justicia.
6:21 Pero, ¿qué provecho sacaron entonces de las obras que ahora los avergüenzan? El resultado de esas obras es la muerte.
6:22 Ahora, en cambio, ustedes están libres del pecado y sometidos a Dios: el fruto de esto es la santidad y su resultado, la Vida eterna.
6:23 Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don gratuito de Dios es la Vida eterna, en Cristo Jesús, nuestro Señor. (Rom. 6:20-23)

Y me cuestione lo siguiente, que ahora te lo cuestiono a ti amigo lector:

¿Usted trabaja por un regalo? No. ¿Usted paga por su propio regalo? No. ¿Esto es algo que usted merece o se ganó? No. Todo lo que usted puede hacer para tomar posesión de un regalo es recibirlo. El regalo de Dios para usted es gratis. Él pagó un alto precio por esto cuando Él envió a Su Hijo a la cruz y murió como su substituto (Rom. 5:6, 8; 2 Cor. 5:21). El regalo de Dios no es barato. Este es el regalo más precioso y caro en el universo entero. Esto demuestra lo mucho que Dios lo ama.

El regalo viene a nosotros por medio de una confianza personal en Jesucristo. Dios nos lo da libremente; todo lo que hacemos es recibirlo. "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dió potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios" (Juan 1:12-13).

¨Y esta es la vida eterna: Que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado¨. ¿Esta usted en Jesucristo? ¿Ha recibido usted "el regalo gratis" de la vida eterna? ¿Esta usted confiando solamente en Jesucristo para la vida eterna?

Jesucristo pagó el precio de nuestra redención (1 Cor. 6:20). Él que pagó el precio de nuestro rescate es la misma persona que nos justifica libremente. Este regalo de la vida eterna se concede por Jesucristo y Él también lo ofrece.

Es por eso que más que sufrir una pérdida… celebro que mis seres queridos, Hoy gozan de la paz eterna.

El aprendizaje que recibí es; que el alimento que debemos procurar es el pan de cada dia. El dia que debemos vivir es el día de hoy.

Hoy estoy haciendo un alto, preguntándome ¿A que estoy llamada? ¿A que están llamados mis hijos?

Este alto me permite hacer cambios en mi vida y en mi ser.
Entiendo, que sí la perdida de un ser tan allegado y querido, nos debilita y nos mata; es porque no conocemos el plan de Dios, mucho menos esperamos su Dádiva.
Con esta nota quiero agradecer todas sus atenciones, y dar la Gloria y la Honra a Nuestro Señor Jesús, por las bendiciones que ha derramado en mi familia y en la tuya.