HUIRÁS DE LA TENTACIÓN SEXUAL (EN LA INTERNET Y OTRAS) (1)
Lo que este mandamiento bíblico sugiere no es que debamos escapar solo de la tentación de pecar físicamente sino que debemos huir de cualquier cosa que haga que nos concentremos en otra persona que no sea aquella con la que Dios nos ha dicho que debemos entregarnos sexualmente: nuestro cónyuge. Muchos creen que mientras no se cometa adulterio físico, no se está haciendo algo equivocado, dañino o destructivo.
NADIE ES INMUNE
David, el segundo rey de Israel, nos demuestra que nadie es inmune a la tentación sexual, ni siquiera un hombre conforme al corazón de Dios (1 Sam. 13:14)
La historia de José es más breve y no tan complicada como la de David. Eso se debe a que hizo lo que debía cuando se le presentó la tentación en forma de mujer. No se quedó allí y trató de resistirla sino que corrió. La historia de José demuestra las enormes bendiciones disponibles para quienes cumplen con fidelidad los mandatos de Dios. Y también tenemos un gran ejemplo de lo que hay que hacer ante la tentación sexual persistente: salir corriendo.
TRATE A LA TENTACIÓN SEXUAL COMO A UNA ENFERMEDAD MORTAL
Supongamos que nos enteramos de la aparición de una enfermedad mortal en algún lugar remoto. Solo se contagian los que vayan a ese lugar y se expongan a la enfermedad. ¿Sería loable o estúpido que fuera a ese lugar solo para probar cuán resistente puede ser uno a la bacteria mortal? Nadie que estuviera en sus cabales se arriesgaría de tal manera a menos que fuera por alguna razón que lo justificara. Sin embargo, eso es exactamente lo que muchos cristianos hacen en cuanto a la tentación sexual. Antes o durante el matrimonio juguetean, coquetean y se entretienen con eso porque piensan que en el último instante, cuando lleguen al límite serán capaces de poner un freno. No resulta así. Dios nos conoce, El nos hizo y sabe que la tentación sexual tiene un tremendo poder sobre sus hijos, por eso nos aconseja la huida.
EL DISEÑADOR DE LA RELACIÓN SEXUAL
Es el plan de Dios. El mundo debe saber en cuanto a la relación sexual.
1-La relación sexual es una idea de Dios.
2-La sexualidad humana es única.
3-La relación sexual involucra todos los aspectos de nuestro ser.
4-La relación sexual necesita de límites.
Es un símbolo de Dios
La relación sexual entre esposos simboliza la manera en que Dios interactúa con su pueblo. Dios busca la intimidad con nosotros como un acto de amor increíble. Entonces, la relación sexual entre los esposos tiene la santidad adicional de simbolizar el tremendo e íntimo amor de Dios por sus criaturas. De ahí que la relación sexual fuera del matrimonio equivalga a la idolatría. ¿De qué manera protegemos el carácter sagrado del matrimonio? Haciéndole caso a las Escrituras y huyendo de la tentación sexual. ¿Cómo? Tenemos que salir corriendo como se tratara de una enfermedad mortal, debemos reconocer la pureza de la relación sexual diseñada por Dios y necesitamos protegernos de los ataques de la sociedad que la ha degradado hasta convertirla en un pasatiempo apasionado.
LA RELACIÓN SEXUAL EN LA CULTURA
Dios dio la relación sexual a las parejas casadas como un regalo sagrado, sin embargo nuestra cultura lo ha degradado. Para muchos, la relación sexual ha pasado a ser una actividad recreativa, algo divertido para hacer que nada tiene que ver con el amor o el compromiso. La mayoría de las parejas que tengan algunos años de casados coincidirán en que es mucho más difícil llevar adelante un matrimonio saludable hoy que hace veinte años. El entorno cultural ejerce una presión tremenda sobre los matrimonios. El encuestador George Gallup sondeó las tendencias que iban a continuar afectando el matrimonio durante el siglo XXI. La investigación arrojó resultados que muestran con claridad las presiones a las que los hogares y las familias son sometidos.
Estilos de vida alternativos.
Esta tendencia es una amenaza al matrimonio, entre 1960 A 1997 LA TASA DE MATRIMONIOS DISMINUYÓ EN 33%. Una de las razones es que la gente convive sin estar casados. Los estilos de vida alternativos incluyen la cohabitación o unión de personas del mismo sexo. Muchas personas han moderado su visión negativa en cuanto a las relaciones homosexuales y que la tendencia crece.
Inmoralidad sexual
La segunda amenaza que se cierne sobre el matrimonio y la familia es la inmoralidad sexual. Intente recordar de cinco años a esta parte una escena de relación sexual entre esposos que haya visto en una película o en un programa de televisión. Lo más probable es que la pareja que vio en esa escena no fueran marido y mujer.
La infidelidad en el matrimonio conduce al divorcio y un hogar fracturado afecta a los hijos. En los casos extremos, los niños que no tienen un padre presente en el hogar se rebelan contra la sociedad.
72% de los adolescentes asesinos del mundo provienen de hogares sin padre.
70% de los presos con cadena perpetua creció en un hogar sin padre.
60% de los violadores provienen de hogares con padre ausente.
Resulta evidente que necesitamos retornar a las fuentes en lo relativo a la relación sexual. Dios creó esta maravillosa relación para: procreación, para placer y para nuestra protección. Necesitamos huir de la tentación sexual y de la inmoralidad y volver a la relación sexual pura.
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