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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.

viernes, 31 de agosto de 2012

Los amigos: Tesoros valiosos

Pequeña caja con objetos valiosos y tesoros
 Foto de archivo - 3197447

Amigo es cosa para guardarse del lado izquierdo del pecho, dentro del corazón.
 Así se expresa la canción popular, en sus versos, enalteciendo la amistad.

En el Viejo y en el Nuevo Testamento, las observaciones con respecto a los amigos es de que son valiosos tesoros; que el amigo merece lo mejor de nosotros.

En nuestras vidas, la Divinidad providencia criaturas especiales, colocándolas próximas a nosotros, a fin de que, en momentos cruciales, se constituyan en sustentos en la adversidad.

Son los amigos que nos oyen los dolores desgarradores y nos ofrecen sus hombros para apoyar la cabeza y también nos ofrecen brazos generosos de amparo.

Son los amigos que comparten con nosotros los momentos de conquistas, de alegrías, y también las horas de angustia y sufrimientos.

Cuando los afectos parten, ingresando en la vida espiritual, son los amigos los que nos sustentan la fragilidad, alimentándonos con su presencia.

Cuando la enfermedad llega a nuestro hogar, alcanzando a los que amamos, y se arrastra, lentamente, por cadenas de meses, son los amigos que realizan el reemplazo espontáneo, en horas de las noches solitarias o de las madrugadas que parecen eternas, permitiéndonos el reposo restaurador del sueño imprescindible.

Cuando la carencia nos alcanza, el desempleo se instala, son los amigos que se eligen como empleadores, como detectives atenciosos a la búsqueda de oportunidades, como promotores de recursos para sanarnos las necesidades más urgentes.

Tantas veces los parientes corporales permanecieron distantes o se esquivaron delante del dolor que nos golpea el alma.

Todavía ahí los amigos perciben los sufrimientos ocultos del dolor más agudo y nos socorren con su ternura, el algodón delicado de la palabra correcta, en el momento justo.

Almas que así se disponen, en la calidad de amigos, como tutores de nuestras vidas, son Espíritus dedicados y amorosos que no esperan ni siquiera la medalla de la gratitud.

Para ellos no hay hora inconveniente, tiempo perdido o insuficiencia de recursos, todo realizando al bien de lo que conceptúan como amistad.

Nos compete, por consecuencia, agradecer a Dios por esas almas dedicadas, revestidas de carne, que se transforman en verdaderos ángeles de la guarda.

Nos compete demostrarles el amor que le tenemos, como forma mínima de gratitud, sin olvidarnos que muchos de ellos, igualmente después de la muerte de la vida corporal, permanecen velando por nosotros, desde el Mundo Espiritual, donde se trasladan.

Ampliar el círculo de amistades y mantener amigos es lección de sabiduría que cabe al hombre ejercitar.

* * *

Expresivo número de criaturas prefiere la computadora que a los amigos.

Como padres y educadores necesitamos estar alerta para que nuestros niños no pierdan la experiencia extraordinaria de ser amigo y de hacer amigos.

Muchas veces, reencarnan en la condición de amigos fieles, Espíritus que nos fueron caros al corazón en vidas anteriores.

Lo que significa que, de un modo general, los amigos hacen verdaderamente parte de nuestra familia espiritual, que transciende los lazos de la consanguinidad.


Fuente: Momento de Reflexion

domingo, 26 de agosto de 2012

Disciplinarse


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Por John MacArthur
¿Se puede dar cuenta que la diferencia entre un cristiano sincero, controlado por el Espíritu, devoto, piadoso y obediente y un cristiano derrotado, débil, luchando es lo que ocurre en la mente? Pueden asistir a la misma iglesia, estar activo en los mismos ministerios y externamente hacer las mismas cosas, pero uno esta derrotado y el otro vive una vida espiritual fructífera. La diferencia es la vida en el pensamiento.
Pablo dijo a los corintios que cuando el Señor venga, “sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también pondrá de manifiesto los designios de los corazones” (1 Corintios 4:5). Jesús dijo algo similar: “Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.” (Lucas 8:17). 
Os exhorto a profundizar en el espejo de la Palabra de Dios (Santiago 1:23-24),  Como Jeremías aconsejó a Israel, “Lava de maldad tu corazón, Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo morarán dentro de ti pensamientos perversos?” (Jeremías 4:14). Y como dijo Pablo, “limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1).
¿Cómo podemos hacer frente al problema de los malos pensamientos? El proceso es como el mortificar cualquier otro pecado.
En primer lugar, confesar y abandonar el pecado “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, y él tendrá compasión de él, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” (Isaías 55:7, énfasis añadido). Si tus pensamientos albergan pecados de inmoralidad, pecados de enojo hacia alguien, pecados de venganza, pecados de amargura, pecados de codicia, o lo que sea, confiéselos a Dios. Arrepiéntase y pida perdón. Si confesamos, él es fiel y justo para perdonar y manteniéndonos en limpieza (1 Juan 1:9).
Negarse a entretener a esos pensamientos. Propóngase abandonar sus patrones de pensamiento erróneos de inmediato y comience a construir nuevos hábitos justos. Si usted se encuentra cayendo en los antiguos modos de pensar, confiese su pecado y rechace una vez más dar lugar a malos pensamientos. Dirija conscientemente su mente para fijarse en las cosas puras: “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” "(Filipenses 4:8). En otras palabras, reprograme su mente con la verdad y la justicia.
Aliméntese de la Palabra de Dios. “En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti.” (Salmo 119:11). La Palabra aísla la mente. Fortalece el corazón. Ocupa el alma y fortalece contra los malos pensamientos. Sólo cuando se usa la espada del Espíritu, con habilidad podemos mortificar nuestra imaginaciones carnales (Efesios 6:17).
Evite las atracciones malas. No se exponga a las actividades, imágenes, o conversaciones que provoquen malos pensamientos. Al igual que Job, haga un pacto con sus ojos (Job 31:1), o con sus oídos, o con cual sean las sensaciones que conduzcan a los malos pensamientos. Niéguese a alimentar a todas las tendencias que atraen a su imaginación a la maldad. Esto es lo que Jesús quiso decir cuando dijo en sentido figurado,  (Mateo 5:29-30 ).
Cultive el amor de Dios. Dijo David en el Salmo 119:97: “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.” (Colosenses 3:2). “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” (Mateo 6:21) y donde los afectos se fijan, sus pensamientos estarán allí también.

Ese es el estado de la mente de cada persona verdaderamente piadosa. También es el objetivo de la enseñanza bíblica: “el amor nacido de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera.” (1 Timoteo 1:5).
Entonces, ¿cómo es su vida en el pensamiento?

sábado, 25 de agosto de 2012

EL LIBRO DE DIOS


Una misionera en Africa vio a un hombre desconocido vestido de pieles que venía con una cabra. El depositó su lanza en el suelo, amarró a la cabra, y le preguntó: “Señora blanca, ¿acaso ha llegado el Libro de Dios a nuestro país?”
Ella le dijo: “¿Está usted interesado en el Libro de Dios?”-”Sí”-, respondió el hombre: “mi hijo me trajo este pedacito de papel y me ha enseñado estas palabras: De tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo Unigénito. Yo oí que el Libro de Dios iba a llegar, he andado por cinco días, y he traído esta cabra para pagar el precio del Libro de Dios”.
La misionera le entregó una Biblia, recorriendo en capítulo 3 de San Juan y enseñándole las palabras del verso 16. “¡Oh, dame ese Libro!” exclamó “y tú puedes llevarte la cabra”. Entonces, apretando el Libro a su corazón, comenzó a andar de una parte a otra, diciendo:”El Libro de Dios. El ha hablado. Dios nos ha hablado en nuestro propio idioma”.
Con gozo él volvió a su país lejano, donde ningún misionero había llegado, pero él llevó consigo el Libro de Dios.
¿Está usted tan interesado en el Libro de Dios como lo estuvo aquel pobre hombre de Africa?
Extraído de Fuego de Pentecostés Nº 225, Marzo 1948

miércoles, 22 de agosto de 2012

Música Celestial
Por un momento, imagina la grandiosidad del Cosmos.

Los científicos estiman que hace casi catorce billones de años hubo una explosión de luz y nació nuestro Universo.

La ciencia denomina a este fenómeno como el Big Bang. Para los espiritualistas está allí la presencia de Dios creando a todas las cosas, pronunciando las dulces palabras: ¡Qué se haga la luz!

Y la luz se hizo: billones y billones de soles pasean, solemnes, en la sinfonía de los mundos.

Alrededor de esos soles, trillones de planetas, satélites y asteroides ejecutan la danza silenciosa de las armonías celestiales.

Giran los planetas sobre si mismos. Giran alrededor de soles. Giran los soles y su cortejo acompañando el caminar de las galaxias. Ritmo y gracia por doquier.

Aquí y allí un cometa - asteroide oscuro - se acerca a una estrella. De repente, envuelto por la luz se enciende enteramente como un fósforo cósmico. Entonces, se aleja arrastrando su cola de polvo y gas sembrando la vida en los mundos.

Pero, en uno de esos trillones de planetas, bajo la luz amarilla de un sol, los habitantes de un cierto planeta - la Tierra - tienen el orgullo de ser superiores a los demás.

Vista desde el espacio, la Tierra es un pequeño grano de arena, bello, que pasea azul por el espacio infinito.

Pero sus habitantes son como niños: peleándose siempre, creyéndose señores de la vida, dueños de los cielos.

¡Ah, si pudiéramos vernos en el conjunto del Universo, minúscula gota en el gran océano de la Creación!

Con certeza seríamos más humildes. No daríamos tanta importancia a los problemas pequeños del día a día.

Tal vez hasta fuese más fácil perdonar, olvidar, borrar los resentimientos.

Si mirásemos nuestro Mundo como una translúcida burbuja de jabón que flota en medio de un mar de estrellas, quien sabe aprenderíamos a reverenciar un poco más a la obra Divina.

* * *

Levanta la vista hacia el espacio. En las luces azules que parpadean a millares de años-luz, ve la señal del Gran Creador de todas las cosas.

Dios, nombre Divino que llena de luz y de música nuestras apagadas existencias.

Dios, ¡cuánta grandiosidad en Ti, sublime Padre de todas las cosas!

Dios, nacemos como Espíritus en Tu soplo de vida. Cumpliendo Tus leyes nos sumergimos en el cuerpo tantas veces y construimos una trayectoria en que las experiencias se suman y nos enriquecen de sabiduría.

Señor, aquí estamos. Somos Tus niños, que volvemos los ojos confiados hacia Ti. Si aun somos disparatados, si aun somos débiles, enséñanos a ser fuertes y sabios.

Inspíranos una vez más la lección de la fraternidad universal. Para que el amor viva en nosotros.

Inspíranos para que la alegría nos contagie el alma. Para que la paz se acoja en nuestra casa mental.

Para que seamos dignos de ser llamados hijos Tuyos.

* * *

Los mundos son estancias del Reino de Dios, aguardando por nosotros, viajeros en camino a la perfección.

Como los países, ciudades y pueblos de un mismo continente, los mundos de los espacios siderales son escuelas variadas del progreso tecnológico, intelectual y moral.

Moradas de la Casa del Padre en el inmenso Universo que aun nos toca descubrir, explorar, admirar.

lunes, 20 de agosto de 2012

Rejuvenece como el águila

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"El Señor sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila." Salmo 103:5

Asistiendo a la escuela dominical de pequeña, tuve que aprenderme el Salmo 103 de memoria; me llamaba la atención este versículo 5, y me llamaba la atención porque no lo entendía. ¿Qué quería decir eso de «rejuvenecerse como el águila»? ¿Cómo se rejuvenece un águila? Por más vueltas que le daba, no le encontraba explicación y terminé por pensar que no era más que una frase bonita, una imagen poética. Podía visualizar la majestuosidad del vuelo, aquellas enormes alas planeando bajo un cielo límpido y azul... Era ciertamente una visión preciosa.

Han pasado los años, y ahora que mi juventud es apenas un recuerdo y me enfrento a la realidad de que tengo que esforzarme cada día para hacer cosas que antes hacía con toda facilidad, la palabra "rejuvenecer" cobra un nuevo interés. No sólo porque mis fuerzas físicas van disminuyendo, sino porque me planteo si, desde el punto de vista espiritual también "envejecemos". A veces nos sentimos como si nos faltara el ánimo, la ilusión, e incluso las fuerzas para seguir adelante con nuestro testimonio, nuestras actividades, nuestros ministerios, y pienso que vendría muy bien una renovación, un rejuvenecimiento.

Recordé algo que ví en Internet hace un tiempo relacionado con las águilas que ha ido cobrando vigencia a causa de mis circunstancias actuales.

Parece ser, según han constatado estudiosos de estas aves, las águilas, que suelen vivir alrededor de 25 años. Al alcanzar esa edad, entran en una etapa en la que sus plumas comienzan a caerse, y su gastado pico ya no les sirve apenas para alimentarse. Llegado ese momento, las águilas pueden dejarse morir. No pueden luchar contra el frío de las cumbres durante el invierno, al estar desprotegidas por la pérdida de su plumaje, y también pueden morir de inanición porque ya no pueden servirse de su pico para conseguir su comida.

Pero hay otra opción. Algunas águilas (¡y espero que sean la mayoría!) elevan su vuelo, en un tremendo esfuerzo por su debilidad, hasta los picos más inaccesibles y solitarios, y allí se arrancan con el pico, una a una, las plumas que aún les quedan, y luego golpean su gastado pico contra las peñas hasta arrancárselo. Después, poco a poco, se va cubriendo de un nuevo plumaje, y un pico nuevo les vuelve a crecer.

No sé el tiempo que lleva ese proceso de rejuvenecimiento, pero lo que sí mencionan estos estudiosos de las aves, es que estas águilas pueden vivir otros 25 años más tras su renovación

Este ejemplo de las águilas me ha proporcionado muchas aplicaciones útiles. Cuando nos sintamos débiles espiritualmente, no importan ni la edad ni las circunstancias, podemos "dejarnos morir", resignándonos (odiosa palabra) como si fuera algo natural que llega con el tiempo, o podemos optar por "alzar el vuelo", desechando nuestros gastados hábitos, y esperar hasta recibir nuevas fuerzas aunque durante la espera tengamos que pasar por una etapa de dolor y prueba. Merecerá la pena, porque saldremos rejuvenecidos y fortalecidos para continuar con nuestra labor.

"El justo florecerá como la palmera;
crecerá como cedro en el Líbano.
Plantados en la casa de Jehová,
en los atrios de nuestro Dios florecerán.
Aún en la vejez fructificarán;
estarán vigorosos y verdes,
Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto,
Y que en él no hay injusticia."

Esta preciosa promesa es para mí; me la he apropiado. Como muchas promesas de la Palabra, tiene sus condiciones.

sábado, 18 de agosto de 2012

Obedecer a Dios, aunque parezca irrazonable

 Conversión de San PabloSe pregunta a menudo por qué Dios no responde a sus oraciones, o por qué,pese a sus mejores esfuerzos, su vida de oracion  no es lo que usted esperaba? La respuesta podría estar en su grado de obediencia a Dios.
Si usted ha recibido a Jesucristo como su Salvador y todavía experimenta una gran frustración espiritual, es posible que haya un área de desobediencia en su vida que necesita de su atención.

Quizá usted ha ignorado algo que Dios le ha pedido, o que ha rendido sólo parcialmente. La verdadera obediencia a Dios significa que hay que hacer lo que Él diga, cuando Él lo diga, como Él diga lo diga y durante todo el tiempo que Él diga que hay que hacerlo —sin importar que usted entiend o no las razones.
Hágase esta pregunta: ¿Hay algún área en mi vida en la que me es difícil obedecer la Palabra de Dios? Cuándo leo la Biblia ¿me vienen siempre a la mente un pecado o un asunto en particular? Podría ser que lleve años viviendo esta misma incómoda situación, porque en algún momento eligió hacer las cosas a su manera y no al modo de Dios.
El ejemplo de Noé demuestra la importancia de la obediencia. Dios lo llamó para que hiciera algo extraordinario, algo que parecía imposible e ilógico, pero Noé obedeció sin hacer preguntas ni ser influenciado por la opinión de las demás personas (Gn. 6-9) Cuando decidimos obedecer, debemos prepararnos para recibir reacciones negativas; al igual que Noé, podremos ser criticados y ridiculizados. Pero, pensemos en esto: él eligió el camino de la obediencia en medio de una sociedad tan impía, que Dios decidió destruir todos los seres humanos de la tierra, con la sola excepción de una familia: la de Noé.  Durante años, el proyecto del arca debió ser objeto de mucha burla, hasta que comenzaron a caer las primeras gotas.

La clave es ésta:
cuando Dios nos dice que hagamos una cosa, no debemos concentrar nuestra atención en las cosas o en las personas que pudieran distraernos de realizarla. Si Noé hubiera escuchado a sus críticos, no habría construido el arca, y habría sido barrido con todos los demás. Su obediencia significó la diferencia entre la vida y la muerte para su familia. Recuerde que usted no está solo; el poder del Espíritu Santo reside en el interior de todo creyente. Dios no le pedirá que haga algo sin darle también la capacidad de realizarlo.
Génesis 6:9 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Cuide de Su Corazón


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Por John MacArthur

 Es relativamente fácil confesar y abandonar obras de pecado, pecados de omisión, y pecado no intencional. Pero los pecados de nuestra vida mental son pecados que pintan el alma, pecados que dañan el carácter. Debido a que trabajan de manera tan directa en contra de la conciencia y voluntad, tratar con ellos honestamente y profundamente es uno de los aspectos más difíciles de la mortificación de nuestro pecado. Si alguna vez queremos ver progresos reales en la santificación, no obstante, ésta es un área donde debemos atacar y destruir nuestros hábitos pecaminosos con venganza.
El sabio del Antiguo Testamento escribió: “Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida.” (Proverbios 4:23).
Dios conoce nuestros corazones (Hechos 15:8). David escribió: “Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.” (Salmo 139:2-4). ¿Por qué, entonces, siempre nos sentimos libres en disfrutar de los pecados graves de nuestra imaginación —pecados que nunca cometeríamos ante los demás— cuando sabemos que Dios es el público de nuestros pensamientos? “¿no se habría dado cuenta Dios de esto? Pues El conoce los secretos del corazón.” (Salmo 44:21).
Jesús les dijo a los fariseos: “Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.” (Lucas 16:15). ¿No es infinitamente más importante lo que hacemos ante los ojos de Dios que lo que hacemos a los ojos de los demás?
Por otra parte, los pensamientos de nuestro corazón son la verdadera prueba de fuego de nuestro carácter: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” (Proverbios 23:7). “El hombre malo, el hombre depravado, Es el que anda…. anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias.” (Proverbios 6:12-14). ¿Quieres saber quién eres en realidad? Tome una mirada a su vida en el pensamiento. Para “Como en el agua el rostro corresponde al rostro, Así el corazón del hombre al del hombre.” (Proverbios 27:19). El comportamiento externo no es una medida precisa de su carácter, los pensamientos de su corazón revelan la verdad. Sólo su conciencia y Dios pueden determinar la verdad real acerca de usted.
Los “consoladores” de Job lo acusaron falsamente de una vida de pensamientos impuros. Zofar estaba seguro de que entendía el verdadero problema de Job: “Si el mal se endulzó en su boca, Si lo ocultaba debajo de su lengua, Si le parecía bien, y no lo dejaba, Sino que lo detenía en su paladar” (Job 20:12-13 ). El cuadro que pintó del mal pensado es claramente cierto como la vida misma. Los malos pensamientos son como caramelos para ellos. Ellos derivan gran satisfacción de sus pecados imaginarios. Saborean sus fantasías malvadas. Disfrutan de ellos de la misma manera que un bocado del dulzor bajo la lengua. Los hacen rodar en su imaginación.
Pero juzgó mal Zofar a Job. Job se había protegido a sí mismo contra los malos y lujuriosos pensamientos: “Hice un pacto con mis ojos, ¿cómo podía entonces mirar a una virgen?” (Job 31:1). Él sabía que Dios era la audiencia a sus pensamientos. “¿No ve él mis caminos, Y cuenta todos mis pasos? Si anduve con mentira, Y si mi pie se apresuró a engaño, Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad.” (v. 4‑6). Job negó que su corazón había seguido sus ojos (v. 7). Negó que su corazón había sido seducido por otra mujer (v. 9). “Porque es maldad e iniquidad Que han de castigar los jueces”, reconoció (v. 11). Ocultar la iniquidad en el seno, dijo, sería cubrir mi transgresión como Adán (v. 33). La sola idea horrorizaba su mente justa.
Está claro que Job era muy consciente del peligro de los pensamientos pecaminosos. Había sido consciente y deliberadamente puso en guardia su corazón para evitar ese pecado. Incluso ofreció a Dios sacrificios especiales por si acaso sus hijos habían pecado en sus corazones: “Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.” (Job 1:5, énfasis añadido). El salvaguardar cuidadoso de Job de su vida de pensamiento parece haber sido la razón de que Dios lo haya señalado por bendición única. “No hay otro como él en la tierra”, dijo el Señor a Satanás. “[Es] un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (1:8).
Job entendió lo que los fariseos se negaron obstinadamente a ver: al hecho de que simplemente no hacer una mala acción, esto no justifica el deseo secreto. La lujuria es pecado. La codicia por sí sola es malvada. La codicia, la ira, el orgullo, la concupiscencia, la envidia, el descontento, el odio y todos los pensamientos malos son tan malos como el comportamiento que producen. Atesorar estos pensamientos en el corazón y saborear el pensamiento de ellos es un pecado particularmente grave contra Dios, porque añade hipocresía al mal pensamiento original.
(Adaptado de The Vanishing Conscience .)

martes, 14 de agosto de 2012

PROBADOS PARA SER DEPENDIENTES

 

  

 
Un área de nuestras vidas en la que Dios tiene que trabajar constantemente, es en nuestra tendencia a depender de nosotros mismos y no de Él. Jesús dijo: ..."porque separados de mí nada podéis hacer" (Jn. 15:5). Lejos de nuestra unión con Cristo y sin una total dependencia de Él, no podemos hacer nada que glorifique a Dios.
Vivimos en un mundo que rinde culto a la independencia y la autosuficiencia. "Soy el dueño de mi destino: Soy el capitán de mi alma" es el lema de la sociedad a nuestro alrededor. Podemos caer fácilmente en el patrón de pensamiento del mundo, debido a nuestra propia naturaleza pecaminosa. Tendemos a confiar en nuestro conocimiento de la Escritura, nuestra habilidad comercial, nuestra experiencia en el ministerio, e incluso en nuestra bondad y moralidad. Dios debe enseñarnos, a través de la adversidad, a confiar en Él, y no en nosotros mismos. Incluso, el apóstol Pablo dijo que sus dificultades, las que describió como "más allá de nuestras fuerzas" se dieron..."para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos" (2 Corintios 1:8-9). Dios permitió que Pablo y sus colaboradores llegaran a una situación tan desesperada, que perdieron la esperanza de la misma vida. No tenían nadie más a quien acudir sino a Dios.
Pablo tuvo que aprender dependencia de Dios tanto en la parte espiritual como en la física. Cualquiera fuera el aguijón en su carne, era una adversidad de la que él desesperadamente quería deshacerse. Pero Dios hizo que ésta permaneciera, no sólo para reprimir cualquier asomo de orgullo en su corazón, sino también para enseñarle a confiar en su poder. Pablo tuvo que aprender que debía depender de la gracia de Dios, el poder de Dios que nos da capacidad, y no de su fuerza; él fue uno de los hombres más brillantes en la historia, más de un teólogo ha dicho que si no se hubiera convertido en cristiano y tal vez hubiese sido filósofo, habría superado a Platón. Dios le dio mucha inteligencia, le hizo revelaciones divinas, algunas de las cuales fueron tan gloriosas que no se le permitió hablar de ellas. Pero Dios nunca le dejó depender de su intelecto o de sus revelaciones, sino de la gracia divina, igual que usted y yo debemos hacerlo. Y lo aprendió a través de grandes adversidades.
No importa si usted tiene muchas debilidades o fortalezas. Puede ser el más competente en su campo, pero puede estar seguro de que si Dios va a usarle, hará que sienta dependencia total de Él. A menudo frustrará cualquier cosa en la que se sienta confiado, para que aprenda a depender de Él, y no de usted mismo. Según Esteban..."Moisés fue enseñado en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras" (Hch. 7:22). Además..."él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya"... (v. 25). Pero cuando Moisés intentó tomar el control de las cosas, Dios frustró sus esfuerzos a tal punto que tuvo que huir para salvar su vida, y cuarenta años después, aún no podía confiar en sus propias habilidades e incluso tenía dificultad en creer que lo usaría.
Pablo experimentó un aguijón en la carne. Moisés vio sus esfuerzos de hacer algo para Dios completamente frustrados y convertidos en un desastre. Cada uno de estos dos hombres de Dios, experimentó una dificultad que le hizo darse cuenta de su propia debilidad y total dependencia de Él. Cada adversidad fue diferente, pero tenían el objetivo común de llevar a estos hombres a un nivel de mayor dependencia de Dios. Si Él va a usarnos a usted y a mí, traerá adversidad a nuestras vidas para que, también aprendamos en la práctica a depender de Él.
Fragmento tomado del libro “Confiando en Dios aunque la vida duela” de Jerry Bridges

sábado, 11 de agosto de 2012

La oración es la respuesta de Dios para nuestra necesidad de ver el poder de Dios.





Santiago 5:17-18 (1 Reyes 17,18) Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Con fervor oró que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio.18 Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos.
a. Explicación. Hay cosas en la vida que necesitan acciones radicales, que necesitan algo más que sabiduría, situaciones tan complicadas, que solo un milagro podría salvarnos, solo el poder de Dios puede sacarnos adelante. En esos momentos tan complicados, hay gente que opta por el suicidio, otros prefieren huir, pero Dios quiere que optemos por la oración.
b. Aquí nos encontramos con un Elías, hombre común y corriente, con las debilidades nuestras, que experimento nuestras mismas tentaciones, con bajones emocionales como nosotros… sin embargo hizo una oración en la que necesitaba ver el poder de Dios, tuvo que hacer una oración radical, para que la comunidad que le rodeaba pudiera ver el poder de Dios y se arrepintiera de su idolatría y de su desobediencia a Dios. Y ¿sabes qué? Dios lo escuchó y le respondió. Oró para que no lloviera y no llovió durante tres años y medio. Volvió a orar y llovió.
c. Necesitamos ver el poder de Dios en nuestra vida personal, necesitamos ver el poder de Dios en nuestra vida familiar, necesitamos ver el poder de Dios en la iglesia, necesitamos ver el poder de Dios en nuestra comunidad. Y para ello necesitamos hacer oraciones radicales acertadas, necesitamos orar para que el poder de Dios se manifieste entre nosotros. Pedro oró y Ananías y Safira murieron, Pablo oró y un hechicero se quedo ciego por un tiempo, incluso, oró entregando a una persona a Satanás, para que el Diablo lo hiciera papilla, en su cuerpo, y para que el alma se salvara.
d. Ilustración: ¿Cómo padre nunca has tomado una decisión radical? Muchas veces son necesarias. El niño se está enviciando con el Nintendo. Aquí no se juega más con ese aparato hasta que no dominen ese asunto. Está saliendo con malas amistades, no vuelve a salir hasta que se compongan estos o hasta que cambie de amigos. Están viendo cosas que no convienen en internet: no navegan más solos. Así en la oración, necesitamos oraciones radicales, en las que necesitemos el poder de Dios para que sean contestadas. “Diablo, no te metes más con mi familia. Espíritu de enfermedad, suelta a la iglesia. Adulterio, quita tus sucias manos de mi esposo, vicio, deja mi comunidad quieta” (toma de Riohacha) (Almolonga, cantinas cerradas)
e. Aplicación: Dios tiene la respuesta a tu necesidad de ver el poder de Dios, por ello te reto a orar clamando por esa situación, ese hijo, esa dificultad que humanamente no tiene componte. Esa situación en la que necesitas ver el poder de Dios obrando. Ora con fe, ora pidiendo un milagro, ora aunque no veas que hay una salida humanamente hablando. No te amedrentes, ora. La oración del justo es poderosa y eficaz.
Conclusión:
Durante todo este tiempo en la carta a Santiago, nos hemos encontrado con que Dios tiene respuestas para nuestra necesidad, y esa respuesta viene a través de la oración.
Si tú necesitas sabiduría, si tú necesitas avanzar en la vida, si necesitas salud, si necesitas sanidad, hay una cosa que tú debes hacer. No es nada complicado, no es un secreto místico, es algo muy sencillo, ora a Dios, clama a Él y Él te responderá. Exponle tus preguntas, habla de tu necesidad con él, con la motivación correcta, con mucha fe, con deseo de ver el poder de Dios, con la convicción de lo que ÉL va a hacer y el te responderá.
Hoy dediquemos unos minutos a hablar con Dios de manera sencilla, sincera, y con fe, exponle claramente tu necesidad (sabiduría, avance, salud, poder de Dios), y hoy Él va a escuchar y verás la respuesta de Dios pronto.

jueves, 9 de agosto de 2012

Eliminando piedras


 

Eliminando piedras
Sin pretenderlo, logramos hacerles un hueco en nuestras vidas.

 ¿A quién no le ha molestado en alguna ocasión una pequeña piedra dentro del zapato?

Casi todos hemos tenido esa experiencia. la dolorosa sensación producida por una inapreciable materia rocosa que, introduciéndose de forma enemiga dentro del calzado, hace que nuestro modo de andar sea modificado, obligándonos a desalojarla rápidamente antes de que nos provoque daño.

En la vida diaria solemos encontrarnos con otro tipo de piedras; desgraciadamente no tan fáciles de excluir. Pequeñas piedras de complejos, de sentimientos de culpa, piedras de frustraciones pasadas, de sueños incumplidos, de…

 Sin pretenderlo, logramos hacerles un hueco en nuestras vidas , acoplándolas en la rutina del día a día, potenciando su protagonismo en cada uno de los momentos que vivimos.

Un sin fin de problemas acometen en nuestra contra desarmándonos, haciéndonos sentir indefensos ante ellos.

En un desacertado impulso de liberación buscamos soluciones en fuentes estériles, lugares donde sólo recibiremos palmaditas en la espalda. La salida está tan cerca que no siempre logramos verla.

 Cuando Lázaro, ese gran amigo de Jesús murió, éste lloró su ausencia.

Antes de obrar el milagro de la resurrección Jesús dijo:  QUITAD LA PIEDRA .

¡Que locura aquel imperativo! ¿Quizá no era consciente del tiempo que había transcurrido? ¿De qué aquella cueva tan sólo albergaba muerte?

Pero milagrosamente, después de quitada la piedra, Lázaro pudo abandonar la tumba y volver a la vida.

 Puede que la solución sea tan sencilla como deshacernos de esas piedras que obstaculizan la salida, que desalojando la cueva donde estamos cautivos podamos sentir el gozo de la libertad .

Los imperativos pueden parecernos un desacierto, sin embargo, poseen efectividad cuando los pronunciamos en el nombre de Jesús.

 Aunque la teoría siempre es fácil, es el primer paso antes de pasar a la acción . Un peldaño a subir en la elevada escalera que nos llevará a conseguir una vida más cercana al Padre, más auténtica , con menos tendencia a la queja y mucho más presta al gozo y al contentamiento .
 
Autores: Yolanda Tamayo
©Protestante Digital 2012
 

martes, 7 de agosto de 2012

Hitler volvió a los Juegos Olímpicos.

Adolf Hitler y Joseph Goebbels firman autógrafos a miembros del equipo canadiense de patinaje artístico durante las Olimpíadas de invierno. Garmisch-Partenkirchen, Alemania, febrero de 1936.
Adolf Hitler y Joseph Goebbels firman autógrafos a miembros del equipo canadiense de patinaje artístico durante las Olimpíadas de invierno. Garmisch-Partenkirchen, Alemania, febrero de 1936.
— US Holocaust Memorial Museum

Fotografía





 

El nazismo es parte de la intolerancia humana, que existió siempre, solo con distintos nombres.
Quien creyó que el Holocausto del pueblo hebreo, sería la gran medicina para evitar males futuros, estaba totalmente equivocado. El antisemitismo sigue latente.
Más de uno se alegró con la masacre de los israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972. Y con el tiempo se sumaron todos aquellos que niegan la Shoá.
La negativa del Comité Olímpico Internacional (COI), de honrar la memoria de los cinco atletas y seis directores técnicos, asesinados por el grupo extremista árabe, Septiembre Negro, en complicidad con la policía del estado de Baviera, por su desidia, responde a intereses económicos y para no enojar a nuestros primos musulmanes, los grandes productores del oro negro.
Han pasado cuatro décadas de aquel luctuoso suceso y el mundo sigue igual o peor.
El COI sancionó a un par de atletas que se apasionaron con el twitter y se mandaron algunos comentarios xenófobos.
En cambio, la benemérita institución llena de buenas intenciones a la hora de defender sus innumerables actos de
corrupción, fue complaciente con ese imbécil teutón que hizo el saludo nazi, como si fuera la resurrección de Hitler en el Berlin de 1936, solo que ahora ocurrió durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres.

Desde hace cuatro décadas en Alemania han cambiado muchas cosas: han vuelto a resurgir voces neonazis, como es el partido de extrema derecha NPD, que posee un “centro de entrenamiento” al estilo Tercer Reich.
La mente diabólica de esta opción perversa fue un tal Jörgen Reiger, un abogado que falleció hace tres años y que se

declaraba antiinmigrantes, anti Unión Europea y reivindicaba a
Hitler y los “logros” del régimen nazi.
Hoy hay una onda expansiva constante de un pasado que vuelve.

Fuente: Aurora

sábado, 4 de agosto de 2012

¿No has sabido? ¿No has oido?

"¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." - Isaías 40:28-31

 
Fuente: by las5solas

jueves, 2 de agosto de 2012

Destrucción del Templo.



El Templo de Jerusalén fue el santuario del pueblo de Israel, situado en la explanada del monte Moria, en la ciudad de Jerusalén, donde se ubican en la actualidad la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa.

En el 66 dC, la población judía se rebeló en contra del Imperio romano. Cuatro años después, el 70 dC, las legiones romanas bajo las órdenes de Tito reconquistaron y luego destruyeron la mayor parte de Jerusalén y el Segundo Templo. El arco de Tito, levantado en Roma para conmemorar la victoria de Tito en Judea representa los soldados romanos llevándose la Menorah del templo. Jerusalén fue arrasada por el Emperador Adriano nuevamente en 135 dC.


En este segundo templo se perdió el Arca de la Alianza, el Urim y el Thumim, el óleo y el fuego sagrados, los Diez Mandamientos, la fuente de maná y la vara de Aarón. El Kodesh Hakodashim fue separado por cortinas a diferencia del primer templo donde había un muro. Al igual que en el Tabernáculo había solo un candelabro en el lugar santo, una mesa para el pan, y el altar de los inciensos, con incensarios de oro y muchas de las vasijas de oro que pertenecieron al Templo de Salomón y habían sido llevadas a Babilonia pero devueltas por Ciro.

El segundo templo también se diferenciaba del primero en que mientras el último tenía muchos árboles, en el antiguo no habían. También tenía un espacio para los gentiles (extranjeros) devotos de Dios, los que se regían solo por ciertas normas del Judaísmo. Este templo estaba adornado con oro y otros materiales preciosos, y era considerado el lugar más santo para los Judíos.