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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.

martes, 7 de agosto de 2012

Hitler volvió a los Juegos Olímpicos.

Adolf Hitler y Joseph Goebbels firman autógrafos a miembros del equipo canadiense de patinaje artístico durante las Olimpíadas de invierno. Garmisch-Partenkirchen, Alemania, febrero de 1936.
Adolf Hitler y Joseph Goebbels firman autógrafos a miembros del equipo canadiense de patinaje artístico durante las Olimpíadas de invierno. Garmisch-Partenkirchen, Alemania, febrero de 1936.
— US Holocaust Memorial Museum

Fotografía





 

El nazismo es parte de la intolerancia humana, que existió siempre, solo con distintos nombres.
Quien creyó que el Holocausto del pueblo hebreo, sería la gran medicina para evitar males futuros, estaba totalmente equivocado. El antisemitismo sigue latente.
Más de uno se alegró con la masacre de los israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972. Y con el tiempo se sumaron todos aquellos que niegan la Shoá.
La negativa del Comité Olímpico Internacional (COI), de honrar la memoria de los cinco atletas y seis directores técnicos, asesinados por el grupo extremista árabe, Septiembre Negro, en complicidad con la policía del estado de Baviera, por su desidia, responde a intereses económicos y para no enojar a nuestros primos musulmanes, los grandes productores del oro negro.
Han pasado cuatro décadas de aquel luctuoso suceso y el mundo sigue igual o peor.
El COI sancionó a un par de atletas que se apasionaron con el twitter y se mandaron algunos comentarios xenófobos.
En cambio, la benemérita institución llena de buenas intenciones a la hora de defender sus innumerables actos de
corrupción, fue complaciente con ese imbécil teutón que hizo el saludo nazi, como si fuera la resurrección de Hitler en el Berlin de 1936, solo que ahora ocurrió durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres.

Desde hace cuatro décadas en Alemania han cambiado muchas cosas: han vuelto a resurgir voces neonazis, como es el partido de extrema derecha NPD, que posee un “centro de entrenamiento” al estilo Tercer Reich.
La mente diabólica de esta opción perversa fue un tal Jörgen Reiger, un abogado que falleció hace tres años y que se

declaraba antiinmigrantes, anti Unión Europea y reivindicaba a
Hitler y los “logros” del régimen nazi.
Hoy hay una onda expansiva constante de un pasado que vuelve.

Fuente: Aurora

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