Adolf
Hitler y Joseph Goebbels firman autógrafos a miembros del equipo
canadiense de patinaje artístico durante las Olimpíadas de invierno.
Garmisch-Partenkirchen, Alemania, febrero de 1936.
— US Holocaust Memorial Museum
El nazismo es parte de la intolerancia humana, que existió siempre, solo con distintos nombres.
Quien creyó que el Holocausto del pueblo hebreo, sería la gran medicina para evitar males futuros, estaba totalmente equivocado. El antisemitismo sigue latente.
Más de uno se alegró con la masacre de los israelíes en los Juegos
Olímpicos de Múnich 1972. Y con el tiempo se sumaron todos aquellos
que niegan la Shoá.
La negativa del Comité Olímpico Internacional (COI), de honrar la
memoria de los cinco atletas y seis directores técnicos, asesinados
por el grupo extremista árabe, Septiembre Negro, en complicidad con la
policía del estado de Baviera, por su desidia, responde a intereses
económicos y para no enojar a nuestros primos musulmanes, los grandes
productores del oro negro.
Han pasado cuatro décadas de aquel luctuoso suceso y el mundo sigue igual o peor.
El COI sancionó a un par de atletas que se apasionaron con el twitter y se mandaron algunos comentarios xenófobos.
En cambio, la benemérita institución llena de buenas intenciones a la hora de defender sus innumerables actos de
En cambio, la benemérita institución llena de buenas intenciones a la hora de defender sus innumerables actos de
corrupción, fue complaciente con ese imbécil teutón que hizo el
saludo nazi, como si fuera la resurrección de Hitler en el Berlin de
1936, solo que ahora ocurrió durante la ceremonia inaugural de los
Juegos Olímpicos de Londres.
Desde hace cuatro décadas en Alemania han cambiado muchas cosas: han
vuelto a resurgir voces neonazis, como es el partido de extrema derecha
NPD, que posee un “centro de entrenamiento” al estilo Tercer Reich.
La mente diabólica de esta opción perversa fue un tal Jörgen Reiger, un abogado que falleció hace tres años y que se
La mente diabólica de esta opción perversa fue un tal Jörgen Reiger, un abogado que falleció hace tres años y que se
declaraba antiinmigrantes, anti Unión Europea y reivindicaba a
Hitler y los “logros” del régimen nazi.
Hoy hay una onda expansiva constante de un pasado que vuelve.
Fuente: Aurora
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