Escrito por Israel Rebolledo
La necesidad de Creer es una actitud imperante en el desarrollo espiritual, moral y social de la persona.
Cada vez que emprendemos algo debemos comenzar mirando las cosas con una óptica optimista, predisponiendo nuestros ánimos al triunfo y no a la derrota, aun cuando las condiciones lógicas para que algo ocurra a nuestro favor sean nulas. Y en este punto quisiera deternerme ya que existen ciertas ambiguedades. El pensamiento positivo contemporáneo, nos aconseja a vivir la vida con optimismo, lo cual en cierta medida se parece un tanto a la Fe. Pero, ¿cual es la diferencia?. La Fe implica el confiar una situación a un ser trascendente, personal e inteligente, que ordenará sobrenaturalmente las cosas para que ocurran, lo cual es un acto consciente que se diferencia bastante de un pensar positivo que dispone una confianza destinada al vacio o al azar de las probabilidades. Tenemos la libertad de elegir el confiar de nuestro existir al azar o a Dios.
Las grandes problematicas sociales y personales que vive el hombre suceden muchas veces por su impotencia frente algunas situaciones ya sean pobreza, soledad, abandono, etc; y si nos detenemos a pensar en este punto, creo que no es suficiente para una persona cesante, por ejemplo, pensar positivo en medio de un escenario desesperante donde su familia depende de el y no tienen lo suficiente para subsistir. La actitud del pensamiento positivo es un buen comienzo pero se torna coherente y eficaz cuando va acompañada de Fé, o podriamos llamarla una fé optimista, anclada en un Dios todopoderoso, capaz de visualizar aquella la solucion al problema que nosotros en nuestra incapacidad no podemos ver. El sólo hecho de creer ya produce una respuesta automática que es la paz y confianza, estas dos cualidades son concecuencia de una conviccion y certeza totalmente racionales, ya que como anteriormente decía es un acto consciente.
Sabes…sólo Dios da felicidad y esperanza eterna al hombre y nos brinda su ayuda como una preciosa barra de oro que El deja sobre la mesa de nuestro libre albedrio y que sólo nosotros tenemos la capacidad de elegir tomarla.
¿Deseas obtener felicidad? sólo estira tu mano a la solución de Dios que es Cristo.
Jesús dijo: Yo soy el camino y la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mi.
¿Deseas obtener felicidad? sólo estira tu mano a la solución de Dios que es Cristo.
Jesús dijo: Yo soy el camino y la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mi.
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