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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.

domingo, 29 de diciembre de 2013

¿Eres sal en la Tierra?


Texto Base: Mateo 5:13
sal en la tierraDentro de nuestra moderna sociedad nos hemos visto en muchas veces con situaciones que rayan en lo absurdo, sin sentido e injusto. Vemos que las personas tienen la libertad para hacer lo que deseen, aunque eso a la corta o a la larga redunde en desastrozas consecuencias. Vemos a personas enfrentadas por diferentes opiniones, diferencias de costumbres, de creencias, de cultura, de segmentos sociales, etc. En resumen, vemos que cada vez hay más diferencias en nuestros pares. La diversidad es un tema de contingencia, donde el ingrediente principal es la “Tolerancia” o el “Respeto”.

Dios no quiere que caigamos en el juego del relativismo. Esto se ve expresado en el Sermón del Monte. En la Gran Cátedra de Cristo, podemos leer que el desea que seamos Luz en el mundo y Sal en la Tierra.

La Sal es Absoluta

Los discípulos de Cristo, en su misión de predicar el reino, están llamados a ser la “sal de la tierra“. Esta “tierra” no es sólo El Antiguo Pueblo de Israel, sino que tiene valor universal, como se ve en su “paralelismo” con la “luz del mundo“. Es la orden que mas tarde dará Cristo de predicar a todas las naciones (Mat 28:19-20).
En el ambiente judío se le reconocen a la sal varias propiedades: dar sabor y gusto a la comida, librar a la carne y pescados de la corrupción, y los rabinos también destacan en la sal el valor purificador, incluso los Romanos la utilizaba para pagar los legionarios. Esta paga se conocía como “Salarium” y de ahí deriva el nombre actual de “Salario
A la masa doctrinal y moralmente viciada del mundo y del fariseísmo hay que salvarla con la Absoluta doctrina de Cristo, purificarla de su descomposicion; a estas creencias hay que darles el sabor y gusto de Cristo. Esto hace ver que esta parte del sermón se dirige a apóstoles y discípulos, que son los que tienen la misión de salar la masa.
Pero hay un fuerte alerta para éstos. “Si la sal se desazona, ¿con qué se la salará?” Esta frase es un proverbio usado en la literatura rabínica. Y se alude a una sal extraída del mar Muerto y que perdía su sabor muy pronto. La alegoría acusa una gran responsabilidad para los oyentes. La sal de su vida cristiana puede perderse; por eso Cristo exige el esmero de su defensa y conservación. Pues si se pierde no vale para nada, sino para “tirarla afuera”. Conforme a las viejas costumbres de Oriente, todo lo que no servía, era tirado a las callejuelas. Si el Cristiano se “desazona” de Cristo (por preparación y vida), no vale para testimoniar a Cristo, y entonces es “arrojado fuera”. Si la sal no da sabor, no tiene valor.
Si los cristianos no se esfuerzan por hacer un impacto en el mundo que los rodea, son de poco valor para Dios. Si somos muy parecidos a los del mundo, no tenemos valor. Los cristianos no deben confundirse con los demás. En su lugar, debemos impactarlos positivamente, y ser como el condimento que da mejor sabor a la comida.
¿Y tu, vas a dejar el relativismo y vas a comenzar a “salarte” con la verdad Absoluta que nos compartió Dios en su palabra?

Fuente: Atalayando.org

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