Conforme va pasando el tiempo, he venido a ser más consciente de los cuentos que cuando niños se nos enseñan, ya sea por ignorancia o por simpleza. Uno de estos cuentos es la teoría de la evolución. En mis años de colegio vi como todos los libros nos trataban de enseñar que la evolución era la solución para la diversidad de la naturaleza. Al mismo tiempo, los libros de textos enseñaban la selección natural o la supervivencia del más fuerte.
¿Cómo puede una persona que no sea blanca caucásica siquiera apoyar esta idea? ¿Cómo es posible? No solo es por el hecho de que no tiene evidencia científica, ¡sino que propone la exterminación de más del 50% del mundo!
Me gustaría que reflexionáramos en esto. Si creemos que la evolución es cierta, y la selección natural también, deberíamos comenzar un movimiento que debería exterminarnos para “agilizar” el proceso evolutivo. O peor aún, los blancos caucásicos tendrían todo derecho en discriminar las demás razas porque son “inferiores”.
¡Qué diferente es el modelo bíblico!
La igualdad entre razas y la igualdad entre sexos, es solo posible cuando entendemos que tanto el hombre como la mujer, no importando la raza, ni la edad, ni la posicion económica, son iguales delante de Dios. Dios nos creó a Su imagen y semejanza y es por esto que poseemos el “derecho inalienable” a la vida. Es por esto que nos aterrorizamos cuando vemos personas matándose entre sí.
¡Cristo vino a morir por nosotros! ¿Cómo podemos apoyar la matanza entre los hombres? ¿Cómo podemos apoyar tal estupidez como la teoría de la evolución? La Biblia y la realidad misma, proponen esquemas totalmente diferentes a simples teorías hechas por el hombre. Veamos la realidad, aceptemos las verdades bíblicas.
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