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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.

sábado, 27 de noviembre de 2010

EL EVANGELISMO "DEL LLAMADO AL ALTAR"- VEA EL VIDEO DE PALUL WASHER AL RESPECTO

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Por Paul Alexander


     El llamado al altar con demasiada facilidad confunde el acto físico de “pasar al frente” (caminando por un pasillo) con el acto espiritual de “venir a Cristo” (el arrepentimiento y la fe). Las personas son instadas a responder al llamado como si ese pasar al frente fuese el elemento crítico de convertirse. Pero lo que se requiere para la salvación no es caminar por el pasillo. Es arrepentimiento de pecado y fe en Jesucristo (Marcos 1:15). 
2. Esta confusión engaña a las personas acerca de su estado espiritual. Alienta a las personas a pensar que han respondido al evangelio salvándose de corazón solamente porque han respondido al llamado externamente y le han pedido que haga una oración en el altar. Pero esto no es necesariamente cierto. Simplemente no es el caso que solamente porque alguien responde al llamado después del sermón, este ha respondido al evangelio en arrepentimiento y fe.  El movimiento espiritual temporal, externo y emocional no necesariamente implica una conversión interna.
3. Esta confusión a menudo obscurece los requisitos del arrepentimiento y la fe. Esto es a menudo como las personas son conducidas engañosamente a pensar que son cristianos cuando de hecho no lo son. Miles de sermones han sido predicados que han fracasado para presentar el arrepentimiento y la fe (Marcos 1:15) como la forma no negociable de responder al evangelio en salvación. Entonces las personas reciben instrucciones de responder al llamado para “aceptar a Jesús” (un lenguaje no encontrado en ninguna parte de la Biblia), y son alentadas sobre esa base a sentirse seguras de su salvación y aun alentadas a unirse a la membresía de la iglesia local, nunca se les dice que deben arrepentirse de sus pecados y que deben creer en el evangelio si han de ser perdonadas. Y
4. Esta confusión alienta a las personas a basar su seguridad en un antiguo acontecimiento.  El caminar por el pasillo o la oración hecha se convierte en una piedra falsa de recuerdo que se evoca para asegurarse de ello a pesar de su falta de crecimiento o el estilo de vida manifiestamente pecaminoso. Pero la Biblia nos dice a nosotros que no basemos nuestra seguridad en una oración hecha o en el caminar por un pasillo en el pasado cada vez más distante. Nos dice que miremos nuestro amor presente y creciente hacia los demás (1 Juan 4:8,20)),
5. Esta confusión llevan a los falsos convertidos a una falsa seguridad en la membresía de la iglesia. Esto es terrible individualmente porque la persona piensa que él se salva pero no lo es.  Y es terrible colectivamente porque estos creyentes falsos son bienvenidos como miembros, comprometiendo la pureza de las listas de membresía de la iglesia y continuando en el pecado en maneras que comprometen la pureza del testimonio corporativo de la iglesia local en la comunidad.
6. El llamado al altar hace que la conversión parezca como una obra del hombre, cuándo de hecho es una obra de Dios. El arrepentimiento y la fe son dones de gracia que Dios otorga sobrenaturalmente, no por obras meritorias que los hombres realicen pasando al frente o haciendo una oración (Hechos 11:18; Efes 2:8-9; 2 Pedro 1:1).
7. El llamado al altar confunde a las personas con respecto a un lugar santo. Hace que la parte frontal de la iglesia parezca como el único lugar para verdaderamente “negociar” con Dios.  Pero una teología bíblica del lugar santo prohíbe tales nociones.  El interior de un edificio de la iglesia no es más sagrado que cualquier otro sitio ahora que Jesús ha resucitado y ha enviado a Su Espíritu en nuestros corazones. . Nuestros cuerpos humanos son los templos del Espíritu Santo, no nuestros edificios de la iglesia (1Cor 3:16-17; 6:18-20; Vea esp. 2 Cor 6:16). 
8. El llamado al altar confunde “el pasar al frente” con el bautismo. Confunde el “pasar al frente” como la profesión de fe pública inicial que Dios requiere.  Según la Biblia, el bautismo es la forma inicial en la cual nos identificamos nosotros públicamente con el pueblo de Dios (Mat. 28:18-20; Rom 6:1-6).
9. El llamado al altar distrae a los cristianos del punto central del servicio. La reunión semanal principal de la iglesia está dirigida a la edificación de los creyentes (1Cor 14:3, 4, 5, 6, 12, 17, 26). Pero llevar cabo el llamado al altar es a menudo para alentar al cristiano a aplicar el mensaje a los incrédulos y no a ellos mismos. ¡No limitemos nuestras invitaciones evangelísticas para los domingos al mediodía! Pero debemos ser precavidos en cómo los invitamos para que tanto nuestro mensaje y la respuesta requerida sea clara.

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