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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.

jueves, 4 de noviembre de 2010

LA AGENDA DISPONIBLE DE DIOS

JEHOVA, ESCUCHA MI ORACION, Y LLEGUE A TI MI CLAMOR.
SALMO 102:1

Hay momentos en la vida donde miramos al cielo y clamamos por esa necesidad tan persistente en nuestra vida. Creemos que razones evidentes por fracasos y tropiezos o terquedad son la razón de un juicio o para considerar, que Dios esta: años luz de distancia por nuestra propia causa.

El único obstáculo que podría impedir que tengamos una buena conversación con el Señor: somos nosotros mismos. Ni siquiera satanás puede quitarnos esta habilidad de hablar con Él.

¿Qué estamos atribulados en todo?, ¿en apuros?, ¿perseguidos?, ¿derribados?, si te consideras en una de estas interrogantes te tengo una buena noticia: mientras aliento de vida haya en tu interior ¡JAMAS! destruidos, en esa condición difícil iniciamos nuestra conversación con El creyendo de que Él es capaz de hasta levantar de entre los muertos y restaurar lo que parecía irremediable o imposible. 

Lo que satanás quiere es que le alejes como el búho en la soledad nocturna de la impotencia, o en la depresión asolada del pelicano del desierto que no acepta la ayuda de personas que pueden darte apoyo para levantarte y continuar.

En este momento Dios quiere decirte que su agenda para intimar contigo está disponible exclusivamente para ti las 24/7 de los 365 días del año.

En vez de quedarte ahí razonando, comienza a hablar con Él, porque Él dice que si le clamares Él te responderás para serte propicio. Dale la oportunidad para conocerlo como tu verdadero Dios Padre. 
Fuente: PerlasdeDios

1 comentario:

Lita dijo...

El salmista ora a Dios en su angustia y establece su confianza en el propósito soberano de Dios y en Su inmutabilidad. Asi también nosotros debemos acercarnos confiadamente al trono de Su Gracia buscando socorro en las aflicciones y que ellas no nos aparte de El por el contrario sea nuestro amparo y fortaleza en todo momento de tristeza, fragilidad y dolor.
Que sea el gran "CONSOLADOR".