“Si vas a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si a la mano derecha, yo iré a la izquierda”
(Génesis 13: 9)

Siempre que mis derechos se convierten en la guía de mi vida, la percepción espiritual se adormece. El más grande enemigo de la vida de fe en Dios no es el pecado, sino las buenas elecciones que no son las mejores. Lo bueno siempre es enemigo de lo mejor. Al leer el pasaje de Génesis, parecería que lo más sabio de este mundo era que Abraham escogiera, pues era su derecho. Y la gente a su alrededor lo habría considerado un tonto por no hacerlo.
Muchos de nosotros nos estancamos espiritualmente porque preferimos elegir sobre la base de nuestros derechos, en lugar de confiar en la elección de Dios para nosotros. Debemos aprender a caminar de acuerdo con la norma de poner la mirada en Dios, y Él nos dice, como le dijo a Abram: “…Anda delante de mí…” (Génesis 17: 1).
Tomado de En pos de los Supremo de Oswald Chambers
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