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El evangelio postmoderno proclama el
poder de la palabra humana a la altura
de la Palabra revelada. Esto ha traído
confusión al interior de la iglesia del
Señor y es un pésimo testimonio ante el
mundo por desconocer la realidad de la
vida cristiana planteada en las Sagradas
Escrituras.
Tanto personas cristianas como no
cristianas buscan la verdad en un intento
desesperado por salir de la pobreza
espiritual como material, sin preocuparse
de las fuentes donde provenga tal
información. Anthony de Mello, autor
positivista reconocido entre los adherentes
de la Nueva Era, dice en su
obra titulada Autoliberación interior,
La verdad es importante, venga de donde
venga, de la ciencia, de Buda o de Mahoma
(pag. 177). Muchos cristianos leen sus
libros y en el afán de buscar una solución
para sus necesidades, caen en un
sincretismo religioso al tratar de a
malgamar el cristianismo de Occidente
con el espiritualismo de Oriente. El esoterismo es una marca del
espiritualismo de muchas religiones del
Oriente y es uno de los fundamentos
espirituales especiales de la Nueva Era.
Esotérico significa oculto, secreto. El
ocultismo está directamente ligado con
la magia, la adivinación, la astrología,
el tarot, la interpretación de sueños, la
reencarnación, la visualización, y más.
También se derivan creencias tan bien
promocionadas que hoy por hoy disfrutan
de una popularidad única. Entre otras,
está que el hombre merece y tiene derecho
a reclamar la salud, el bienestar, la
prosperidad y el conocimiento de sí mismo,
además de otras facetas sutiles que se
ofrecen a los buscadores de la verdad. Otro pilar fuera de la Nueva Era es
el panteísmo, conjunto de creencias que
afirman que todas las cosas forman un
todo entre sí que se corresponden o
dependen entre sí y que se interrelacionan
o influyen, en lo cual actúa el cosmos.
Para el panteísta, no existe diferencia entre
creación o creador. Dios es la vez su
creación. El forma parte de ella lo cual dice
que Dios es una fuerza impersonal, una
energía. Existen cristianos que combinan algunas
de las creencias anteriormente mencionadas,
y las toman como doctrina cristiana sin
conocer los orígenes esotéricos o
panteístas. Confiesan que son parte de
Dios, creados a su imagen. Por lo tanto,
como Dios creó por la palabra, argumentan
ellos, yo puedo crear por la palabra, pues
la fuerza o poder de Dios actúa a través
de mí. La secuencia natural es llegar a
creer que son mis palabras que tienen el
poder y que estas comprometen a Dios a
actuar según mis demandas o declaraciones.
También otras fuerzas o energías son
movidas a cumplir las palabras pronunciadas. Todo esto lleva al individuo a creer en la
necesidad de pensar positivamente, a
visualizar lo que desea y finalmente
a confesar positivamente. Para él es
peligroso hacer una declaración
negativa. Sus palabras tienen poder,
dice José Silva, el fundador del método
llamado Control Mental Silva. En el libro
que lleva su nombre, (Capítulo 8) él dice:
Si alguien declara: Es un gran dolor de
cabeza poner al corriente su talonario de
cheques, o le enferma el clima que
estamos padeciendo . . . recuerde que el
cerebro es un intérprete literal. Dice:
Este tipo está pidiendo un dolor de
cabeza.. .. Si decimos Dios mío
eso duele! con convicción, le ofrecemos
una cálida hospitalidad al dolor. La señora Conny Mendez, en su
libro Metafísica Cuatro en Uno, dice: Por
ejemplo, pide grande, El Padre es muy
rico y no le gusta la mezquindad. No digas,
Ay papá Dios, dame una casita, aunque
no sea sino una chiquitica, cuando la
realidad es que necesitas una casa
muy grande porque tu familia es
numerosa. No recibirás sino lo que pides.
Pide asi: Padre, dame a mí y a toda l
a humanidad, todas las maravillas de tu
reino, y ahora haz tu lista (pag. 40). Por último me permito citar de una
obra evangélica entre las muchas
que existen de Charles Capps. En su libro:
La lengua una fuerza creadora dice:
Jesús dijo que usted puede tener lo que
dice. Hemos programado nuestro vocabulario
con el lenguaje del diablo. Hemos traído
enfermedad y malestar a nuestro vocabulario
e incluso muerte. Muerte es la palabra
principal que mucha gente usa para expresarse. . .
Me voy a morir si no hago tal cosa. . .
Adán fue un poco más listo en cuanto a
esto ya que al diablo le tomó 900 años
matarlo. Ahora Satanás ha programado
en tal forma su lenguaje en la raza
humana que la gente puede matarse a los
70 años o en menos con el hablar del diablo.
(pag. 78, 79). Son risibles y fantasiosos los a
rgumentos que presentan los amantes
del poder de la palabra. Si la situación
económica es crítica, se debe confesar
que hay bonanza, hay superávit, hay
prosperidad. Si se está enfermo hay que
declarar: Soy fuerte, soy sano, no estoy
enfermo. Si hay problemas familiares de
magnitud, la solución es un testimonio
positivo: No tengo problemas, mi esposa
me ama, mis hijos me quieren, todo
está bien, no te preocupes. Esto no es más que barro espiritual
que en toda la sana doctrina. Es
un evangelio distorsionado que socava
las doctrinas fundamentales que por
siglos ha predicado la Iglesia. Es un
evangelio de intereses mezquinos
que manipula, aliena, intimida,
ofrece falsas promesas, lleva a una
culpabilidad errada y a la desesperación
para producir finalmente apostasía,
escepticismo y desgracia personal en
muchos casos. Hoy más que nunca son vigentes las
palabras del apóstol Pablo quien
sentenció: El Espíritu dice claramente
que en los últimos tiempos algunos
abandonarán la fe para seguir a
inspiraciones engañosas y doctrinas
diabólicas. Tales enseñanzas
provienen de embusteros hipócritas que
tienen la conciencia encallecida,1 Ti. 4:1-2
(NVI). Y, próximo a su muerte se dirige
de nuevo a su hijo Timoteo para encargarle:
Porque llegará el tiempo en que no van a
tolerar la sana doctrina sino que llevados
por sus propios deseos se rodearán de
maestros que les digan las novelerías que
quieren oír. Dejarán de escuchar la
verdad y se volverán a los mitos 2 Ti. 4:3-4
La Biblia no oculta las situaciones difíciles
por las que debe pasar el cristiano. Pablo
y Bernabé fortaleciendo a los
discípulos y animándolos a perseverar
en la fe les decían, Es necesario pasar
por muchas dificultades para entrar en
el reino de Dios. Hch. 14:22. Que hay que ser positivo y optimista a la
luz de lo que enseña la Biblia, ya lo
creo. Que debemos estar por encima
de las circunstancias adversas que nos
rodean, no hay que dudarlo. Que debemos
creer y practicar lo que dice la palabra de
Dios bien interpretada es nuestro deber
y suma responsabilidad. Que debemos
predicar la sana doctrina, Dios nos asista
para que no le fallemos en esto. Para finalizar este tema que apenas he
rasguñado, me pregunto, ¿Qué piensan
los fanáticos del poder de la palabra ante
la prolífica evidencia bíblica que
contradice sus argumentos?. Una de sus
premisas es que las palabras positivas tienen
poder de proteger o suplir una necesidad.
Sería interesante ver lo que nos dice el
autor en su hermosa carta a los
Hebreos 11:35-39. No omite los padecimientos
de los héroes de la fe. ¿Será que estos
héroes de la fe como todo los conocen,
no hicieron una confesión positiva?
¿El diablo los mató, jóvenes y llenos de
vida, porque no fueron listos como Adán
para vivir 900 años? ¿Se quedaron en la
cárcel los que no dieron un testimonio
positivo? ¿Acaso les faltó poder en sus
palabras a los que sufrieron la prueba
de burlas y azotes, e incluso de cadenas
y cárceles? ¿No declararon positivamente
los que fueron apedreados, aserrados,
asesinados, los que anduvieron fugitivos,
los que pasaron necesidades, afligidos
y maltratados, sin rumbo por desiertos
y montañas, cuevas y cavernas?
¿No hablaron la palabra creativa
aquellos que no vieron el cumplimiento
de la promesa? Creamos pues lo que nos dice Dios en
su Palabra y no las mentiras y fantasías
de aquellos lobos feroces que sólo
codician la plata, el oro y demás
pertenencias de valor de los ingenuos
que depositan en ellos su confianza.
Hch. 20:26-34 (NVI) Así podemos decir con toda confianza:
El Señor es quien me ayuda:
no temeré He. 13:5-6 (NVI).
¡Que esta sea la confesión positiva
de quien en El cree!
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1 comentario:
La Biblia dedica 2 capítulos al poder de la visualización... (Génesis 30 - 31) Jacob nos enseña cómo usar la imaginación... No es bíblico decir que la visualización es de la nueva era...
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