En esta vida todo tiene su momento; hay un tiempo para todo. (Eclesiastés 3:1 BLA)
La voluntad de Dios es perfecta y agradable, pero realmente a veces nos olvidamos, permitimos que el tiempo se adueñe de nosotros, por los afanes de la vida, los sentimientos y las emociones.
Muchas veces las preocupaciones nos turban, los problemas nos desesperan, la angustia nos entristece, hay tiempos donde no queremos ni levantarnos de nuestra cama porque no sentimos fuerzas; otras veces estamos más fuertes que creemos poder derribar todo lo que venga.
Debemos esperar siempre en Dios, descansar en Él. La desesperación nos lleva a caer muchas veces en cometer errores graves o caemos en el error de creer que es la voluntad de Dios.
Dios a veces te dice ESPERA, otras veces SIGUE, y por última ESPERA UN POCO MÁS, FALTA POCO. Pero la impaciencia que llegamos a tener como seres humanos muchas veces nos hace equivocarnos y no solamente eso, sino también desobedecerle al Padre.
Dios nos dice “Hay un tiempo para TODO”. Si hoy estás pidiendo por una respuesta, recuerda clamar a Él, no hay mejor consejero, no hay mejor guía que el Espíritu de Dios.
Hay cristianos que tergiversan esta verdad de la Biblia “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” (Romanos 8:14) No olvidemos que tenemos al Espíritu Santo que nos fue dado por medio de Dios, por el cual debemos dejarnos guiar. No por emociones, no por sentimientos, no por la desesperación o la impaciencia, porque esto sí que nos lleva a cometer errores que muchas veces manchan nuestra reputación, sobre todo nuestro testimonio delante de Dios.
Muchos dicen, “¡Sí! Dios se encargará de mi reputación, pues soy Su hijo”, Si entiendo, ¿Y tu parte? ¿Dónde está tu parte como hijo? Los hombres nos fallan y queremos ver la justicia, pero Dios no se manifiesta en un corazón lleno de orgullo, de falta de humildad, y menos si no muestra frutos dignos de arrepentimiento. La familia nos puede fallar, en ocasiones pensamos en: “Ya les llegará su tiempo donde tienen que pagar lo que me han hecho”, cuando Dios ha dicho “La venganza es mía”; PERO, “Ama a Dios con todo tu corazón, y a tu prójimo como a ti mismo” a veces lo olvidamos.
Debemos esperar sea lo que sea en Dios, no sé cuál sea tu situación, pero Dios sí conoce tu vida y tu corazón. Que en tu corazón no haya resentimiento, renuncia a eso, que en tu corazón y tu mente no hayan sentimientos de rencor, amargura, renuncia a ellos.
Dios quiere que lo busques, que clames a Él. Dios no se adelanta ni se atrasa. No le echemos la culpa a Dios cuando es nuestra por nuestras decisiones propias. Él nos quiere abrazar en medio del dolor, en medio de la preocupación, la enfermedad.
Tenemos que procurar ser hijos llenos del amor del Padre, que den sin esperar nada a cambio, que ayuden sin ningún interés, que perdonen, que escuchen. El tiempo de Dios es perfecto, no desesperes. Ama, vive, sigue adelante y no te rindas. Piedras en tu camino, siempre habrán, pero no debes de dejar que eso te haga perder el tiempo perfecto de Dios.
Recuerda: Jesús siempre llega a tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario