Sabemos que cuidar de la vida no es nada fácil. Por eso es que debemos dejar que los consejos divinos, expuestos, claro está, en Biblia, nos guíen diariamente, para que consigamos tomar buenas decisiones. Ciertamente, nuestras familias son como barcos que tienen que ser magistralmente capitaneados, para evitar cualquier contingencia. Igual, el hombre, junto con su esposa, tiene una responsabilidad muy seria, dada por Dios, de cuidar de su familia y llevar a todos a puerto seguro.
(Efesios
5:23-31; 6:1-3; Colosenses 3:20; 1 Pedro 3:1-7)
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