Sergio Solís V.
Si estás leyendo este artículo, significa que fallaron las últimas predicciones sobre el fin del mundo para el 21 de mayo del presente año. Lo que más me sorprende, no es lo que muchos charlatanes dicen al respecto, sino el gran número de personas que les creen y que realmente se preocupan por ello.
Uno de estos charlatanes es el supuesto profeta, Harold Camping, quien aseguró que la segunda venida de Jesucristo ocurriría, en la fecha mencionada, luego de un destructivo terremoto. Los verdaderos cristianos serían arrebatados al cielo.
La teoría de Camping revela cálculos matemáticos detrás de su locura apocalíptica. Asegura que el diluvio mencionado en el Génesis ocurrió en el año 4990 A.C. Y afirma que Dios le dijo a Noé que el diluvio duraría 7 días. Utilizando la escritura de la Segunda Carta de Pedro 3,8 donde se dice que “un día es como mil años”, Camping concluye entonces que 7 días pude ser interpretado como 7,000 años. Por lo tanto, el 21 de mayo del 2011 es exactamente 7,000 años después del 4990 A.C. y después de esto, saca una serie de deducciones sobre el significado de muchos números bíblicos como el 3 el 5 el 10 etc. Y hace, además, multiplicaciones de acuerdo al significado de cada número, y así llega a la temible profecía que conocemos. Despreocúpense aquellos que si dan crédito a este señor, ya que sólo 200 millones de personas (el 3% del mundo) serán raptado ese 21 de mayo de 2011.
Existe un dicho muy popular que dice: “no me extraña del indio, sino del que se lo hace compadre”. Imagínense, nada más y nada menos, que tuviéramos un Dios basado en las matemáticas y en los cálculos del ser humano y deducir de ello eventos proféticos como los de esos charlatanes. ¿Dónde está nuestra fe? Esa fe que nos invita a estar preparados para la llegada de nuestro fin; pero no el fin del mundo, sino el nuestro. Porque nadie sabe ni el día ni la hora. Esto sí lo dice Dios Nuestro Señor.
Y únicamente como dato curioso: también se está comentando que de acuerdo con la ciencia de los Mayas, el mundo se acabará en el 2012. A quienes comparten esta interpretación, les comento que una persona experta en la cultura Maya nos dijo que el 2012 significa, según el conteo que usaban los mayas, el fin de una era y no, el fin del mundo.
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Si estás leyendo este artículo, significa que fallaron las últimas predicciones sobre el fin del mundo para el 21 de mayo del presente año. Lo que más me sorprende, no es lo que muchos charlatanes dicen al respecto, sino el gran número de personas que les creen y que realmente se preocupan por ello.
Uno de estos charlatanes es el supuesto profeta, Harold Camping, quien aseguró que la segunda venida de Jesucristo ocurriría, en la fecha mencionada, luego de un destructivo terremoto. Los verdaderos cristianos serían arrebatados al cielo.
La teoría de Camping revela cálculos matemáticos detrás de su locura apocalíptica. Asegura que el diluvio mencionado en el Génesis ocurrió en el año 4990 A.C. Y afirma que Dios le dijo a Noé que el diluvio duraría 7 días. Utilizando la escritura de la Segunda Carta de Pedro 3,8 donde se dice que “un día es como mil años”, Camping concluye entonces que 7 días pude ser interpretado como 7,000 años. Por lo tanto, el 21 de mayo del 2011 es exactamente 7,000 años después del 4990 A.C. y después de esto, saca una serie de deducciones sobre el significado de muchos números bíblicos como el 3 el 5 el 10 etc. Y hace, además, multiplicaciones de acuerdo al significado de cada número, y así llega a la temible profecía que conocemos. Despreocúpense aquellos que si dan crédito a este señor, ya que sólo 200 millones de personas (el 3% del mundo) serán raptado ese 21 de mayo de 2011.
Existe un dicho muy popular que dice: “no me extraña del indio, sino del que se lo hace compadre”. Imagínense, nada más y nada menos, que tuviéramos un Dios basado en las matemáticas y en los cálculos del ser humano y deducir de ello eventos proféticos como los de esos charlatanes. ¿Dónde está nuestra fe? Esa fe que nos invita a estar preparados para la llegada de nuestro fin; pero no el fin del mundo, sino el nuestro. Porque nadie sabe ni el día ni la hora. Esto sí lo dice Dios Nuestro Señor.
Y únicamente como dato curioso: también se está comentando que de acuerdo con la ciencia de los Mayas, el mundo se acabará en el 2012. A quienes comparten esta interpretación, les comento que una persona experta en la cultura Maya nos dijo que el 2012 significa, según el conteo que usaban los mayas, el fin de una era y no, el fin del mundo.
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