Por Stephen Altrogge
Una de las más arteras y
destructivas mentiras que Satanás quiere hacernos creer es que somos el
producto de fuerzas externas a nosotros mismos. Él quiere que usted crea
que porque su padre era un hombre enojado, vicioso, usted también será
siempre un hombre enojado y vicioso. Él quiere que usted crea que porque
se burlaban de usted en la escuela siempre se preocupa demasiado acerca
de lo que otros piensan de usted. Él quiere que usted crea que a causa
de su línea biológica usted siempre será un esclavo del pecado sexual.
Él quiere que usted crea que usted nunca va a cambiar.
Eso le impacta.
Que no hay esperanza para usted que pueda superar.
Usted es la víctima de su familia, su historia y su biología. Así es como es, algo que nunca va a cambiar (ver Bruce Hornsby).
Hoy Dios quiere que usted y yo dejemos de creer esa
mentira engendrada por el demonio. Nosotros no somos la suma total de
las fuerzas fuera de nosotros mismos. La Biblia deja en claro que somos
el producto del Espíritu Santo que actúa en nosotros. En Gálatas 5:16
Pablo dice:
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Mi historia familiar, la experiencia de la vida y la
biología sin duda le dará forma a mis tentaciones. Durante muchos años
he tratado con períodos de ansiedad física intensa, que puede llevarme
luego a ser tentado por el pecado de la preocupación. Pero el Espíritu
Santo está obrando dentro de mí, lo que significa que mi vida no se
define por mi ansiedad física. Yo puedo experimentar los síntomas de la
ansiedad por el resto de mi vida, pero no siempre tendrá que luchar con
el pecado de la preocupación, como lo hago ahora. Yo no soy el producto
de mi biología. Yo soy el producto del Espíritu Santo. Él está
trabajando dentro de mí y me va a cambiar.
En un Corintios 5:17 Pablo dice: “Por lo tanto, si
alguno está en Cristo, nueva criatura es. Las cosas Viejas han pasado,
he aquí todas son hechas nuevas.”
Eres una creación nueva en Jesucristo. Esa es su
identidad fundamental. Su padre pudo haber sido un hombre enojado, pero
eso no quiere decir que usted también se regirá por la ira. Usted está
en Cristo. Usted es una nueva creación y el Espíritu Santo está dentro
de usted, conformándolo a la imagen de Cristo. Usted puede estar
absolutamente seguro de que va a cambiar.
Así que deje de deshonrar a Dios al creer que no va a
cambiar. Deje de deshonrar el Espíritu Santo al creer que Él no es lo
suficientemente fuerte como para superar su biología. ¡Dios está con
vosotros y en vosotros! ¡Él se deleita en usted y se ha comprometido a
cambiarlo a usted! Usted es una nueva criatura en Cristo. Usted no está
atascado y no está condenado al fracaso.
El pecado puede ser poderoso, pero el Espíritu es más poderoso.
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