POR MIS HUELLAS

En estos días de reflexión profunda ¡qué importante resulta recordar que no estamos solos en los momentos de mayor angustia!
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Un día una mujer tuvo un sueño. Soñó que caminaba por la playa compañada por Jesús. En el horizonate podía divisar escenas de su vida y por cada escena que ella miraba, comprobó que se marcaban dos pares de huellas en la arena: un par que le pertenecía a ella y el otro a Jesús. Cuando la última escena de su vida apareció frente a sus ojos, se volteó para mirar el conjunto de las huellas sobre la arena. Se dió cuenta entonces que en muchas ocasiones, a lo largo del camino de su vida, se habían marcado tan solo un par de huellas. Se dio cuenta, asimismo, que esto sucedía en los momentos más duros y más tristes de su existencia.

Esto le molestó profundamente y le preguntó al Señor: "Señor, tú dijiste que una vez que yo había decidido seguirte, tú caminarías conmigo a los largo de todo el camino. Sin embargo, he notado que urante los momentos más difíles de mi vida, habían tan solo un par de huellas. No logro comprender por qué me dejaste sola cuando más te necesitaba". El Señorle contestó:

"Mi hija, mi querida hija, yo te amo y jamás te abandonaré. Durante tus momentos de prueba y sufrimiento, cuando tu ves tan solo un par de huellas, es debido a que yo te cargué en mis brazos".

Por eso, cuando contamos con la fe, aunque su categoría sea tan ínfima "como un grano de mostaza", será imposible que las situaciones difíciles, por graves que éstas sean, logren derrotarnos. Nuestra percepción espiritual y control será de tal naturaleza que podremos ver y desarrollar grandes posibilidades que naturalmente nos ayudarán a enfrentar las dificultades.  

Escrito por Laura de Jarrín