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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.

domingo, 15 de agosto de 2010

GRANDE ES TU FIDELIDAD, PRECIOSO HIMNO


A DISFRUTAR, PUES, LA ENTONACIÓN DE ESTE PRECIOSO HIMNO, A PROPÓSITO ME PREGUNTO: ¿Por qué en las iglesias ya no se cantan estos himnos tan hermosos?

Letra: Thomas O. Chisholm, 1923. Música: William M. Runyan, 1923. Traducción al español: Honorato Reza
Composición del Himno
Thomas O. Chisholm  vivía en la miseria y pasó toda su vida en la pobreza, sin embargo, su confianza que ponía en Dios era de admirar. En una ocasión su esposa se encontraba inválida y muy enferma, pues el médico le había recetado unas medicinas que poco a poco se fueron agotando al igual que sus escasos ahorros, dinero que recibía por sus derechos de autor y que tampoco le alcanzaba para comprar más víveres, sin embargo, siempre le decía a su esposa: “¡Dios proveerá!”. Un amigo, al enterarse de su situación económica, no dudó en depositarle un cheque sin que Chisholm lo supiera.  Sucedió que, en la urgente necesidad por conseguir el dinero para comprar más medicina y alimento, fue al banco poniendo toda su fe en el Señor a ver si había recibido algo por su trabajo. Ya dentro del banco se dio con la sorpresa de que había un cheque a su nombre, muy emocionado, de inmediato, fue a comprar lo que necesitaba. A las pocas horas ya en casa se sentó y empezó a escribir las letras de este precioso himno.
Acerca del Autor
Thomas Obediah Chisholm (1866-1960), nació en una humilde casa de campo en Franklin, Kentucky, el 29 de julio del 1866. Después de una carrera temprana como maestro y editor de un periódico: El favorito de Franklin, se convirtió a Cristo a la edad de 27 años bajo el ministerio del Dr. Henry Clay Morrison, fundador de la Universidad y Seminario Teológico Asbury.
En 1903, Chisholm fue ordenado al ministerio Metodista y pastoreó una iglesia metodista en Scottsville, Kentucky, por un período de tiempo. Cuando su salud empezó a flaquear, Thomas Chisholm mudó su familia a Winona Lake, Indiana, y se volvió un vendedor de seguros y continuó su trabajo cuando se mudó más tarde a Vineland, New Jersey, en 1916. Escribir, sin embargo, fue el primer amor del Sr. Chisholm, y escribió más de 1,200 poemas, 800 de los cuales fueron divulgados en publicaciones como el Tiempo de Escuela Dominical, Mensual de Moody, Alianza Semana, y otros.  Numerosos poemas del Sr. Chisholm se han convertido en los textos de himnos bien conocidos: “Grande es tu fidelidad”, “Herido fue por nuestras rebeliones”, “Resucitó”, “Ser como tú” y “Confia en el Señor de todo corazón”.
Thomas O. Chisholm describe su propósito de escribir como dice a continuación: “He procurado ser leal a la Palabra, y evitar títulos llamativos o triviales. He deseado grandemente que cada poema e himno tenga un mensaje definitivo para los corazones a quienes les fueron escritos”. El Sr. Chisholm terminó un largo y fructífero ministerio el 29 de febrero del 1960 en la Casa Metodista para los Ancianos en Ocean Grove, New Jersey.
El Himno y las Escrituras
Las Escrituras son un reflejo de la fidelidad de Dios y los Salmos en contadas ocasiones nos la recuerda, es el caso del Salmo 89 que dice: "(1) Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. (8) Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y tu fidelidad te rodea". Debemos cantar reconociendo que Dios es fiel, digno de confianza, en Él estamos seguros pues permanece firme a Sus promesas y pactos. "Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo" (II Timoteo 2: 13).

1 comentario:

Lita dijo...

Es un hermoso himno, el cual refleja la fidelidad de Dios, aún en circunstancias muy difíciles que se este pasando, vemos que El es fiel en todo momento.
Además este himno me trae mucho recuerdo porque le gustaba a mi madre, ella está en la presencia del Señor, junto al Dios que tanto amó y sirvió.
Lm. 3:23
"Nuevas son cada mañana;
grande es tu fidelidad".