¡El balde tiene agujeros!

Por: José González

“Donde no hay visión el pueblo perece…” (Proverbios 29:18.).

La dama camina por el sendero que da hacia el pozo. Ella necesita el agua para cocinar, lavar y limpiar la casa. Sus tareas domésticas dependen de esto, pero lo más importante, su recién nacido necesita agua. Ella engancha el balde en la cuerda y gira la rueda. El balde salpica en el agua; ella lo levanta lentamente y luego comienza la larga caminata de regreso a casa. Ella está cansada, pero a la mitad del camino se da cuenta de que el balde parece estar cada vez más liviano. Para su consternación la mitad del agua se ha ido porque… ¡el balde tiene agujeros! 

Yo escuché a mi pastor sabio una vez decir que el “balde de la visión” de una iglesia tiene agujeros. En esta iglesia ¡La visión se filtra! ¿Cómo? ¿Por qué?

Un pastor y los miembros de su equipo pueden pasar días de entrenamiento, planificación y poner en efecto la visión. El pastor presenta esto a la iglesia un domingo con claridad y a todo color. La congregación escucha, entiende - inclinan sus cabezas - gritan “amén”… ahora todos están de acuerdo. La visión es buena, no hay absolutamente nada de malo con el agua; el problema es el balde que gotea.

 Los miembros llegan a sus casas después de la reunión donde ha sido lanzada la visión solo para empezar a navegar con escases económica, una mala nota del director de la escuela o un aviso de despido. La conducta de la hija con su novio se está convirtiendo en un problema nuevamente, y el matrimonio está perdiendo el romance una vez más. Mamá llamó a decir que ella va a ser admitida en el hospital o el envejecimiento en el corazón de papá está actuando de nuevo. Problemas, crisis, situaciones urgentes hacen agujeros en el balde.

“Fui aceptado en mi universidad favorita” o “no fui aceptado”, por lo tanto ahora… ¿qué voy a hacer? “Me pidió que me casara con él” o “él rompió conmigo” Más agujeros en el balde. “Perdí mi trabajo”, o “conseguí un trabajo” -de cualquier manera, el agua sigue goteando. Para la tarde del lunes nadie está pensando en Dios, (a menos de que lo necesitemos en ese momento), en la iglesia o en la visión.

¿Cómo resolvemos esto? Lo hermoso es que nuestro propósito y visión son parte de nuestra vida, no de nuestro domingo. Necesitamos tener pasión por Dios todo el día, todos los días. Necesitamos tener amor por otros, servir y compartir nuestra historia, aun en medio de nuestras tormentas, todo el tiempo. De hecho, ¡nuestras tormentas son un forraje para nuestro testimonio!
Iglesia, vamos a servir a Dios todo el día, todos los días. Vamos a conectarnos a una célula. En el que podamos expresar nuestra pasión, demostrar nuestro amor, equiparnos al servir, compartir nuestra historia y traer con nosotros a nuestras familias vecinos y amigos. Vamos a “hacer” estas cinco cosas: (Acuérdese de ellas, aquí están...)

1. PASIÓN POR DIOS – ¡una pasión desesperada!
2. AMOR POR LA GENTE – ¡un amor demostrado!
3. EQUIPANDO LÍDERES – ¡descubriendo mi don!
4. EVANGELISMO PENETRADOR, - ¡un alcance deliberado!
5. FAMILIAS SANAS – ¡un deber de edificar mi familia!

Vamos a hacerlo en el contexto de una célula. Si no está en uno, ¡conéctese a uno! Si usted está en uno, ¡ore acerca de liderar uno! Esto es lo que hacemos, ¿recuerda? (Mateo28:19.). Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones.