Queda como única vía reconocer la intención de Jesucristo de limitar la invitación "Ven, sígueme" a los que Él elige de manera especial, y a los que les exige la renuncia total. Actualmente, la expresión "Seguir a Cristo" se puede usar en distintos sentidos: puede designar simplemente la adhesión que se les pide a todos los cristianos, en la fe y en el amor: en este sentido se dirá que todos están llamados a seguir a Cristo. P ero la invitación evangélica hay que comprenderla según su significado propio, reservada a los que ofrecen toda su vida al Reino, con todas las renuncias que esto supone.
Estos Discípulos se refiere a los que han aceptado estas exigencias radicales para seguir al Maestro: no se refiere a los simples creyentes, sino que está reservado a los que acompañan a Jesús, comparten su vida y participan en su misión. Entre estos discípulos, Jesús elige a los doce apóstoles (Lucas 6:13). Pero en los evangelios el término "descípulos" conserva siempre un significado más restrringuido y confirma la condición particular querida por Jesús para sus compañeros de viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario