A medida que fue creciendo y cuanto mas estudiaba el islam, Mohammed Higazi, fue alejándose de la religión.
Un día decidió convertirse al cristianismo, pero la reacción en su familia fué radical.
Su padre declaró que si no volvería al islam, él mismo lo mataría con sus propias manos.
En los medios de televisión, tanto religiosos como civiles lo marginaron y lo tachaban de mentalmente enfermo por querer dejar el islam.
Mohammed pidió al gobierno de Egipto que le acepten la conversión, para que en su documento de identidad esté patentado que es cristiano y no musulmán; pero los jueces le denegaron el pedido.
Si apela ante la justicia, es posible, que debido a una fatua (ley islamica) emitida en 1978, lo sometan a pena de muerte, tanto a él, como a su esposa, dejando huerfana a su bebe (y que cuando la niña crezca, si luego de los 10 años no acepta el islam, tambien debería enfrentar la muerte).
Es que la pena para dejar el islam, según lo estipuló Muhammad, es la muerte.
La única solución sería ESCAPAR de Egipto.
En este video Muhammed le envia un mensaje a su padre, quien amenazó con quitarle la vida.
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