Elementos de Un Estudio Bíblico Productivo: Interpretar, 1a. Parte
Por John MacArthur
Cuando se trata de estudiar la Biblia, a menudo la
gente quiere ir directamente a la aplicación. Puede ser que sean fieles
al leer la Palabra de Dios, pero se saltan un paso importante en el
camino para aplicarlo a sus vidas. Y en muchos casos, esa aplicación
viene de sólo del conocimiento más básico y superficial de lo que la
Biblia realmente dice y significa.
No se puede cavar profundamente en las riquezas de la
verdad de Dios si sólo tiene un conocimiento superficial de su
significado. Si usted realmente desea aplicar la Palabra de Dios para su
vida, no se puede pasar por alto el importante paso de la interpretación. No es suficiente simplemente saber lo que la Biblia dice –debemos esforzarnos por saber lo que entiende por lo que dice.
Es una cuestión de, como Pablo le encargó a Timoteo, "
traza bien la palabra" (2 Timoteo 2:15). Dejado a nuestro propio
entendimiento, podríamos ser capaces de hacer un poco de sentido
limitado de porciones de la Escritura. Sin embargo, otros pasajes nos
dejarían tan perdidos y confusos como el eunuco etíope (Hechos 8:31). De
hecho, sin una interpretación cuidadosa, usted podría terminar con una
aplicación diferente de la verdad bíblica para cada persona en su
familia, su grupo de estudio bíblico, o incluso su congregación.
Con el fin de interpretar el verdadero significado de
la Escritura, hay una serie de lagunas que tenemos que superar. Ya que
la Biblia fue escrita originalmente en hebreo, griego, e incluso algo de
arameo, hay lagunas lingüísticas que tenemos que cruzar. ¿Por
qué los autores bíblicos usan las palabras, frases y modismos que
utilizan, y qué querían decir a la audiencia original? Y ¿Nuestras
traducciones de palabras y frases captan su significado completo, o hay
más en ello que es inmediatamente evidente en nuestras Biblias en
español?
En ese mismo sentido, es necesario cerrar la brecha cultural.
Necesitamos entender cómo los autores bíblicos pensaron y vivieron, y
cómo eso influyó en lo que escribieron. No se puede apreciar todo el
peso de la parábola del buen samaritano o la interacción de Cristo con
la mujer en el pozo si usted no entiende la tensión entre los Judíos y
los samaritanos. No es necesario contextualizar las Escrituras para
hacerla relevante hoy en día, tenemos que entender su contexto original y
cómo se moldea la Palabra de Dios.
Además del idioma y la cultura, también hay una brecha geografía.
Incluso un conocimiento básico de la geografía del Antiguo y Nuevo
Testamento puede hacer una diferencia significativa en la comprensión de
un texto en particular. ¿Cuántas veces has consultado los mapas en la
parte de atrás de su Biblia? Solo esa información básica ayuda a traer
gran detalle a la vida y ministerio de Cristo, sus discípulos, y muchas
otras figuras del Antiguo Testamento y el Nuevo.
Por último, cuando se trata de interpretar la Palabra de Dios, tenemos que cerrar la brecha de la historia.
Conocer el trasfondo de Pilatos y los errores que había cometido con
los Judios le ayuda a entender por qué estaba tan dispuesto a entregar a
Jesús para ser crucificado. Saber acerca de las vidas malvadas de los
gobernantes romanos le ayuda a entender el tipo de persecución y
oposición que Pablo y los otros apóstoles enfrentaron. No caigas en la
trampa de tratar a la Palabra de Dios como una colección de fábulas,
cuentos y proverbios antiguos. Conocer la historia real que dio forma a
los acontecimientos de la Escritura ayuda a traer vida en su estudio.
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