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Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.
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viernes, 21 de junio de 2013

La letra de la canción de Débora

La letra de la canción de Débora
 La consciencia de la lucha en su realismo y esperanza (Jueces 5). 
  La canción de Débora nos desafía a un compromiso y a servir voluntariamente a Dios.

El principal protagonista de esta historia es Dios mismo. El pueblo se había apartado de Dios y sufría una gran opresión por parte de otros (Jue 4:2-3). “En aquel tiempo gobernaba a Israel una profetisa llamada Débora” (Jue 4:3). Ella debía enfrentarse con los reyes cananeos (Jue 5:19) y el jefe del ejército llamado Sísara (Jue 4:13).

El libro de Jueces nos describe los acontecimientos que sucedieron en aquellos días y el canto de esperanza que recuerda lo acontecido. Dios es el principal héroe de la historia: “Desde los cielos lucharon las estrellas, desde sus órbitas lucharon contra Sísara” (Jue 5:20). La misión es de Dios por sobre todas las cosas.

Dios está en el control de la historia y nos llama a tener un compromiso ético basado en el amor, servicio y obediencia. Se observan las diferentes actitudes y decisiones que tomaron varias tribus del pueblo de Dios. El primer grupo que aparece en este canto es el que se “ofrece voluntariamente”.

“Cuando los príncipes de Israel toman el mando, cuando el pueblo se ofrece voluntariamente ¡bendito sea el Señor!(Jue 5:2) “Mi corazón esta con los príncipes de Israel, con los voluntarios del pueblo. ¡Bendito sea el Señor!” (Jue 5:9). Venían de Efraín, de Benjamín, capitanes de Maquir. Los que llevaban el bastón de mando eran de Zabulón. “Con Débora estaban los príncipes de Isacar” (Jue 5:15) y“el pueblo de Zabulón arriesgó la vida hasta la muerte misma como Neftalí en las alturas del campo.(Jue 5:18). Estas tribus entendieron que debían responder en solidaridad y unidad. Arriesgaron sus vidas hasta la muerte.

En nuestro contexto este canto puede representar la respuesta de los creyentes que están en el seguimiento de Jesús y se identifican con la visión del Reino de Dios.Esta visión del Reino da pautas de la clase de sociedad que buscamos. El hombre verdadero y auténtico se muestra en la persona de Jesucristo.

El apóstol Pablo nos llama a orientar nuestras vidas de acuerdo al sentir que hubo en Cristo Jesús. Es manifestar el amor en acciones concretas a favor de la necesidad del prójimo. Es responder éticamente al llamado de otros encarnando su situación y sirviendo en humildad. El camino del amor es decidir despojarse de uno mismo (Fil 2). Es salir de nuestra posición (2 Co 8:9). Es ofrecerse voluntariamente a Dios mismo. El sendero de obediencia a Dios se manifiesta en un sendero de servicio a los hombres como acto voluntario.

Este canto registra también una censura moral con aquellos que no participaron. “En los distritos de Rubén hay grandes resoluciones ¿por qué permanecisteis entre las fogatas escuchando los silbidos para llamar a los rebaños? En los distritos de Rubén hay grandes titubeos.”(Jue 5: 15b-16).Nos encontramos con gente indecisa. No hubo acciones concretas de cooperación, solidaridad y comunión. Hubo titubeos y resoluciones que no se tradujeron en el servicio al prójimo.

La vida cristiana debe ser una vida que siempre se está ampliando.Tiene que ver con todas las etnias, lenguas y culturas. Es compartir el evangelio con todos hasta lo último de la tierra. Los procesos de transformación son costosos. El evangelio es un mensaje de transformación de toda la existencia humana.

Se nos llama a demostrar nuestra “disponibilidad” y dar pasos de fe arriesgando nuestra propia vida porque “solo una fe que trasciende la muerte puede asumir responsablemente la terrible decisión de transformaciones indispensables pero costosas

martes, 8 de marzo de 2011

Débora: Reina, Jueza, Profetiza de Dios


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Después de la muerte de Josué el pueblo de Israel se corrompió, se apartó del camino estrecho, le dio la espalda a Dios, cayeron en el abismo del pecado y de la desobediencia.

Y toda aquella generación también fue reunida con sus padres. Y se levantó después de ellos una generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.

Jueces 1:10

Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.

Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová.

Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. Jueces 1: 11-13

Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban;

pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que se fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron, se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así. Jueces 1:16-17

Es casi imposible pensar que esto sucediera a Israel. Un pueblo que hasta el momento había caminado en la senda de Dios, que Dios les dirigía, que Dios los bendecía cada día más, ahora se había apartado por la senda espaciosa del pecado y de la perdición.

Es triste porque los padres se olvidaron de enseñarles a sus hijos aquellos eventos maravillosos que Dios había hecho en medio de ellos. Es triste darle la espalda a Dios.

Hoy millones se han olvidado del sacrificio de Cristo, se han ido detrás de sus falsos dioses: la riqueza, el poder, la fama, el auto, las joyas, los sistemas filosóficos que niegan a Cristo, las falsas sectas y las falsas religiones, hoy siguen a otro hombre, los alaban, los adoran... en fin hemos hecho lo mismo que hizo el pueblo judío después de la muerte de Josué.