Cabecera

Si estos pensamientos y estas palabras son oportunas, reflexione sobre ellas y, con la ayuda del Espíritu Santo, actúe con conciencia. Creo de todo corazón que son el mapa de carreteras digno de confianza para llegar a su vida y su familia.
Mostrando entradas con la etiqueta Cansados y turbados. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cansados y turbados. Mostrar todas las entradas

martes, 22 de marzo de 2011

Cansados y turbados



Muchas veces en nuestra carrera como cristianos nos sentimos como si lleváramos una mochila bien pesada por el desierto a pleno mediodía. Miramos el camino adelante y no le vemos el final; miramos a nuestra izquierda y a nuestra derecha y no vemos a nadie junto a nosotros. Nos sentimos solos, cansados y turbados.
Ciertamente, ninguno de nosotros es inmune a esto siempre, pero la Biblia nos lleva ese pensamiento y ese sentir a Jesús, nuestro Señor y Salvador, para recobrar las fuerzas y no desmayar. Nos enseña que: (1) Jesús es quien nos conforta y fortalece, y (2) que no corremos solos aunque a veces así parezca.
1. Jesús es quien nos conforta y fortalece
En Hebreos 2:18 el autor nos dice:
“Pues por cuanto El mismo fue tentado en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados.” (Heb. 2:18)
Podríamos agregarle que no solo en socorrernos en la tentación, sino que también en nuestros problemas y desmayos. ¿Por qué? Porque “no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado.” (Heb. 4:15).
Siendo perfecto, sufrió tentación y dificultades al igual que nosotros para ser el único capaz de darnos el consuelo perfecto, ese consuelo que no solo nos anima sino que nos alegra y nos devuelve el gozo de tenerle a Él.