“Después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. Y murió Job viejo y lleno de días”. (Job 42:16,17).
Job dice la Biblia que “vivió”... siguió activo y estoy seguro que disfrutó cada día las bendiciones de Dios. Me pregunto ¿por qué a veces no vivimos así? Por qué no disfrutamos cada día que Dios nos da con esperanza, gozo y amor, después de todo somos hijos de Dios. Mi amigo debemos gozarnos más porque tenemos muchas razones para vivir y disfrutar la vida, no nos volvamos viejos aunque se vaya desgastando nuestro hombre exterior. Me gustaría darle varios consejos que recibí del pastor Swindoll en cuanto a cómo mantenerse joven:
Número uno: Su mente no está vieja, siga cultivándola. Vea menos televisión y lea más. Pase tiempo con personas que hablen de sucesos e ideas, en vez de hacerlo sólo con aquellas que hablan de la gente y de lo mala que se ha vuelto esta generación joven. Nadie quiere estar cerca de una persona que tiene actitud negativa, que sólo crítica y habla del mal tiempo.
Número dos: Su humor no se ha terminado, siga disfrutándolo. Me encanta rodearme de personas ya mayores que siguen viendo el lado bueno de la vida. Se dan cuenta de las cosas divertidas que suceden. Pueden contar historias excelentes y disfrutan reír a pleno pulmón. Usted se sentirá fabuloso riéndose con ellos y además se hace un tratamiento de belleza porque la risa le quita años a su cara.
Número tres: Sus fuerzas no se han acabado, siga utilizándolas. No pierda su silueta. Manténgase activo, coma bien, vigile su peso, evite el aislamiento y la inercia, y deje de hablar de todos sus dolores y achaques. No se queje tanto, deje de hablar de lo débil que se está volviendo y de cómo los demás tendrán que hacer esto o aquello por usted. Desafíese a hacer cosas, sobre todo sirva a Dios con todo su corazón. Siga activo.
Aquí está el cuarto: Sus oportunidades no se han acabado, siga buscándolas. A su alrededor hay personas que pudieran estar necesitando de una palabra de estímulo, de una nota de apoyo, de una llamada telefónica que les diga: “Te amo y creo en ti, y estoy orando por ti”. Por tanto, hágalo, las oportunidades de ayudar a los demás no se han acabado.
El quinto es obvio: Su Dios no ha muerto, siga sirviéndole y buscándole. El Dios vivo es eterno. El Señor Jesucristo es inmortal y siempre soberano. Siga disfrutando de un tiempo a solas con su Señor, el cual todos necesitamos. ¡Esto es muy importante! Usted ha vivido lo suficiente para saber que nadie es tan digno de confianza como el Señor. Siga cultivando una relación vital con Él, búsquelo con tesón y a menudo. Piense que no tendríamos muchos salmos si David no hubiera estado a solas con Dios. Deseo que tenga una vida abundante, como la de Job, caracterizada, no por la ausencia de problemas (esto es imposible), sino que sea una vida verdaderamente placentera, realizada, útil, piadosa, equilibrada y gozosa. ¡Sí, en verdad gozosa! Y no lo olvide, que sea razonablemente dulce.
Recuerdo ahora aquello que me dijo un pastor: “Nos podemos retirar de una vocación, trabajo, profesión u organización, pero jamás nos podemos retirar de la Vida”.
Fuente: Instituto Bíblico BBN
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