Antes de emitir cualquier comentario, debo decir que no me refiero a todos los pastores o evangelistas que usan la TV. Sino, exclusivamente, a los que se encuentran dentro del marco que a continuación describo.
Gracias al apoyo financiero de sus congregaciones y de algunos incautos que son atrapados en sus redes de mentira, los “Tele-Evangelistos” (así los voy a llamar en esta nota) se vienen posicionando en algunos de los menos sintonizados canales de televisión de habla hispana en Estados Unidos y en todo el mundo.
El principal objetivo de los “Tele-Evangelistos”, es “negociar” en el nombre de Dios , sanidades que van desde cáncer, pasando por artritis, ceguera, diabetes, dolor de muela, de cabeza y hasta uñas incrustadas o callos en los pies. Además ofrecen conseguir novia o novio a solterones o personas divorciadas; aseguran la obtención de casas, departamentos, carros lujosos del año y hasta que la suegra deje de molestar. Todas estas situaciones, los “Tele-Evangelistos”, dicen que se obtendrán simplemente con enviarles una significativa ofrenda que va desde 100 hasta 10,000 dólares.
Los “Tele-Evangelistos” (o recolectores de dinero) mas reconocidos de Hispanoamérica (y lo digo porque me consta) son contratados por las cadenas “cristianas” de televisión para levantar fondos. Ellos acuden a hacer su “trabajo”, habiendo arreglado previamente el porcentaje que ganaran de lo que “levanten” de gente ignorante, que se cree el cuento de dinero por milagros.
Los “Tele-Evangelistos”, son hombres y mujeres que han venido a dañar la imagen de Cristo, que están atrasando el trabajo evangelizador que gente seria, honesta y profesional realiza. Hablando seriamente, Dios no llamo a “Tele-Evangelistos”, sino a siervos que hablen del amor de Cristo y presenten el plan de salvación de una manera franca y sin rodeos. El decir tu das tanto y El te dará todo, es mentira.
Simplemente porque salen en la televisión ellos no son los mas representativos ni importantes personajes de la comunidad cristiana. Es mas, la gran mayoría ni siquiera posee títulos de educación superior o universidad que han sido ganados con años de sacrificio. Menos aun, han estudiado comunicaciones, periodismo o algo por el estilo.
Creo que Dios se avergüenza de personajes como los que describimos en esta columna. Estoy convencida que Jesús no haría los negocios que hacen ellos, ni condicionaría sus milagros o ayuda por un poco de dinero.
Oremos para que los “Tele-Evangelistos” vuelvan sus ojos a Cristo y busquen imitarlo porque el dinero o lo grande de un ministerio, no asegura un lugar en el cielo.
Luisa Gracias es periodista en el diario "El Inter" de Los Angeles, California.
Gracias al apoyo financiero de sus congregaciones y de algunos incautos que son atrapados en sus redes de mentira, los “Tele-Evangelistos” (así los voy a llamar en esta nota) se vienen posicionando en algunos de los menos sintonizados canales de televisión de habla hispana en Estados Unidos y en todo el mundo.
El principal objetivo de los “Tele-Evangelistos”, es “negociar” en el nombre de Dios , sanidades que van desde cáncer, pasando por artritis, ceguera, diabetes, dolor de muela, de cabeza y hasta uñas incrustadas o callos en los pies. Además ofrecen conseguir novia o novio a solterones o personas divorciadas; aseguran la obtención de casas, departamentos, carros lujosos del año y hasta que la suegra deje de molestar. Todas estas situaciones, los “Tele-Evangelistos”, dicen que se obtendrán simplemente con enviarles una significativa ofrenda que va desde 100 hasta 10,000 dólares.
Los “Tele-Evangelistos” (o recolectores de dinero) mas reconocidos de Hispanoamérica (y lo digo porque me consta) son contratados por las cadenas “cristianas” de televisión para levantar fondos. Ellos acuden a hacer su “trabajo”, habiendo arreglado previamente el porcentaje que ganaran de lo que “levanten” de gente ignorante, que se cree el cuento de dinero por milagros.
Los “Tele-Evangelistos”, son hombres y mujeres que han venido a dañar la imagen de Cristo, que están atrasando el trabajo evangelizador que gente seria, honesta y profesional realiza. Hablando seriamente, Dios no llamo a “Tele-Evangelistos”, sino a siervos que hablen del amor de Cristo y presenten el plan de salvación de una manera franca y sin rodeos. El decir tu das tanto y El te dará todo, es mentira.
Simplemente porque salen en la televisión ellos no son los mas representativos ni importantes personajes de la comunidad cristiana. Es mas, la gran mayoría ni siquiera posee títulos de educación superior o universidad que han sido ganados con años de sacrificio. Menos aun, han estudiado comunicaciones, periodismo o algo por el estilo.
Creo que Dios se avergüenza de personajes como los que describimos en esta columna. Estoy convencida que Jesús no haría los negocios que hacen ellos, ni condicionaría sus milagros o ayuda por un poco de dinero.
Oremos para que los “Tele-Evangelistos” vuelvan sus ojos a Cristo y busquen imitarlo porque el dinero o lo grande de un ministerio, no asegura un lugar en el cielo.
Luisa Gracias es periodista en el diario "El Inter" de Los Angeles, California.
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